Ansina es la cosa nomás: ya me estoy yendo. A las valijas las tengo listas y alineaditas sobre la cama.
Por eso los cité aquí, en el restaurante ahora, aunque sea tan temprano.
Es que quería explicarles bien donde están las cosas.
Si, si, ya se que quedan acá Joselo, Tony, el Rata y el resto de la muchachada, pero que se yo. Es la primera vez que me tomo vacaciones desde que abrimos el lugar y me da como cosita.
Por allá está la cocina, por acá el baño, ese es el tablero que comanda las luces y aquel es el fierro para palanquear la persiana cuando se cae y se quedan todos acá encerrados.
Les hice un juego de llaves a cada uno, para que se controlen mutuamente como corresponde.
Ah! Me olvidaba.
Como no quiero que incurran en feos vicios en mi bodega, en el sótano -donde se encuentra- puse una botella con veneno por cada cinco de vino. Allá ustedes si quieren arriesgarse. Tampoco es que los quiero matar: solamente les puede dar unos feos retorcijones en las tripas y algún que otro episodio de diarrea.
Si alguno de los clientes le pide algún vino no duden en servirles, aunque no sepan si les están dando de las botellas envenenadas. Ellos, acostumbrados al vino de la casa, no tendrán problemas en asimilarlo sin mayor contratiempo.
Por favor no se asombren de las cosas que vean. Nunca.
Van a ver que con el correr de los días, estas pequeñas dosis de sal en la vida empezarán a gustarles.
Nos vemos en unos quince días, mas o menos. En realidad seguramente me daré una vueltita algún día con la excusa de dejar algún comentario o texto breve (si mi familia me deja) pero con la intención oculta de vigilantearlos un poco, porque ahora que estamos entrando en confianza, la verdad, sinceramente, tanto tanto todavía no confío.
Un abrazo.
3 comentarios:
Nooooo, pero quedate tranquilo que al boliche te lo atendemos como los diooooses. No tiene nada que ver que no nos conozcamos, que la única referencia sean unos escritos y un par de mails, que jamás nos hayamos visto las caras y que tal vez seamos terroristas suicidas psicópatas dispuestos a hacer explotar el restaurante lleno de gente (Idea que ni se nos pasó por la cabeza, para nada). De paso, ¿no necesitás que te cuidemos tu casa mientras estás de vacaciones, o tu cuenta bancaria? Lo que sea, eh, para eso estamos.
Estimado señor:
Me agrada mucho su blog, a leguas se nota que tiene usted un paladar exquisito. Mucho le agradecería, si no tuviese usted inconveniente alguno y si no le causo molestia fuera tan amable de visitar mi blog: http://elbatiblogdebatman.blogspot.com
y tal vez con un poco de suerte quisiera usted condimentarlo un poco con alguna de esas exquisitas especias que sólo usted conoce y supiera aplicar para darle a mi blog tan sólo un poco de su sabor.
Gracias de antemano, su amigo y próximo cliente de su tan afamado restaurante, Gilberto.
Por supuesto que pasaré.
¿Qué hay de comer?
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