sábado, 10 de febrero de 2007

¿Otra vez?, ¿no existirá un viagra para el cerebro?

¡Crash!
Si, si, si, si. Ese fue el ruido de la lamparita de mi cerebro.
Se rompió, estalló. Literalmente cagó fuego.
A la merda con la lú.
Lo curioso y realmente llamativo es que en la mayoría de los blogs que suelo visitar tampoco veo actualizaciones frecuentes (como si lo era la semana pasada, tal vez). Y en muchos casos, los que agregan notas son autorreferenciales y explican que tan mal/bien/seguido/espaciado postean. Y yo vengo a ser uno más de esos.
¿Qué está pasando?
Quizás necesite mis vacaciones YA.
Por lo pronto esta es una situación de quiebre y debo tomar una decisión al respecto.
Lo primero que voy a hacer es quitarme de encima el compromiso de escribir una nota por día por cuatro razones: 1) no me da; 2) tengo trabajo que terminar a lo sumo en 15 días; 3) mejor calidad que cantidad, premisa válida para todo excepto para el helado y 4) no me pagan por hacerlo (esta razón eclipsa a las otras tres).
Así que a partir de la semana que viene, verán esto actualizado sólo cada dos o tres días.
Otra alternativa es que haga como en la tele: cuando no tenga ideas para escribir subiré algún capítulo de Los Simpson.

¿Por qué les aclaro todo esto?
Simple: desde atrás del vidrio que separa mi escritorio de la cabina de control (por si no lo sabían tengo una cabina de control tipo estudio de radio y además cuando posteo lo hago en vivo, con gente que me ve mientras escribo) me están haciendo señas de que estiiiiiiiire para hacer tiempo e ir al corte.
Ah, y además como pronto me voy de vacaciones, no se si cerrar el boliche por 15 días o pedir a alguno de los viejos borrachos que pasan por acá a clavarse una ginebra que me haga el favor de seguir levantando las persianas.
No se.
Pero escucho sugerencias.

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