lunes, 30 de julio de 2007

Crónicas desde las trincheras

Sábado. Dos mil cien horas.
El reloj marcaba en inicio de lo que sería mi bautismo de fuego como transporte nocturno de adolescente.
Como un joven no tan joven recluta que es enviado con una mochilita de morondanga con sólo una toallita, jabonera y vasito telescópico a un frente de batalla sanguinario y desconocido, cargué mi hija al auto y me dirigí raudamente hacia el objetivo bajo la arenga de "otra vez me hacés llegar tarde", "ya sé papá ya sé" y "ni se te ocurra hacerlo".
Mi desconocimiento total sobre como son estas cosas me llevaron a acercarme al lugar más de lo debido, donde ningún padre osaría pasar. "Está bien, chau, chau, dejá, yo voy sola" me dijo mi hija, temerosa de las represalias de sus congéneres por excesivo contacto con el enemigo, mientras nos despedíamos junto a los rollos de alambre de púas que estaban desplegados en el perímetro para evitar que los de mi bando traspasaran la zona de seguridad.
"Misión cumplida, regreso al hogar", me dije iluso mientras escuchaba desde la distancia una conocida voz que decía "a las cuatro, vení a las cuatro" dándome a entender que mi periplo recién iniciaba.
Deseando algunas horas de sueño intranquilo y perturbado, papá pollo regresó a la base de operaciones domésticas.
Con una duermevela interrumpida por mensajitos de texto que decían "acordate a las cuatro", "no antes de las cuatro", "Banco Rio le informa que su saldo es..." y "quedo claro? a las cuatro" se hicieron las trescientas horas, instante en el cual debía dejar las cálidas cobijas para sumergirme nuevamente en la oscuridad gélida de la noche.
Otra vez en mi vehículo de operaciones, sintiendo como si se me hubiera metido un cactus adentro del ojos, conduje como pude, zigzagueando entre autos ignorantes del riesgo al que estaban siendo enfrentados.
Llegué entre dormido y sonámbulo a las primeras líneas de batalla.
Estacioné rozando la alambrada electrificada que colocaron ciertos jovencitos que no alcancé a identificar y gracias a la pequeña descarga pude despertarme y bajar del auto para buscar la zapatilla que debido al choque eléctrico había ido a parar a tres metros de distancia.
Cuando me agaché a recoger el calzado sentí que un cuerpo pesado caía sobre mi y me arrastraba detrás de unos árboles.
Era un adulto responsable que me indicó hacer silencio y me condujo agazapado hacia una pequeña fortificación improvisada junto a un contenedor de basura y un gran barril metálico desfondado. Allí un grupo de seis o siete personas entre masculinos y femeninos olisqueaban el aire vigilando el perímetro como una pequeña colonia de suricatas.
Se presentaron como un cuerpo de operaciones paternas experimentado, cosa que me alegró mucho debido a mi nula capacitación previa.
Me dijeron que me mantuviera siempre a la retaguardia, que ellos iban a entrenarme para que pudiera honrar en un futuro su memoria, porque sus hijos ya estaban mayores, sus tiempos estaban pasando y era hora de dejar la responsabilidad a las nuevas generaciones.
Aproximándose las cuatrocientas horas, los miembros de esta elite de hombres y mujeres guardaron silenciosamente sus equipos de mate, tejidos a dos agujas y revistas de clasificados gratis para desplegarse en todo el área, cuidando de cubrir todas las posibles vías de escape de la fiesta.
Cuando apareció el primer grupito de hijos, los hábiles comandos tendieron una feroz emboscada, accionar que no pude menos que admirar.
Al momento de aparecer mi hija, estos valientes héroes me brindaron todo su apoyo e iniciamos el ataque conjunto.
A pesar de la resistencia de mi hija -cual Linda Blair en El Exorcista- logramos tacklearla, doblegarla y enfundarla en una gruesa campera de polar, obligarla a tomar unos tragos de un tecito caliente que los gloriosos padremadretutor tenían encanutado en un termo y luego de cubrirle la cabeza con un gorrito de lana con pompón espumoso me ayudaron a subirla al auto.
Después de las venias, abrazos y la manteada que me dieron por mi primer operativo exitoso conduje el vehículo hacia el portón de entrada de mi domicilio.
Una vez en casa acosté a la fuerza a mi bebé, asegurándome que estuviera bien tapada antes de quitarle las ataduras de manos y piernas.
Una nueva era en mi vida ha empezado.

sábado, 28 de julio de 2007

¿Soy sólo yo o...

... hay mucha gente más que tampoco entra a una disquería a comprar música desde hace más de una década por culpa de la bendita internet?

viernes, 27 de julio de 2007

Ya no quedan dudas: soy un rata

Conversando animadamente con Joselo, durante un alto en la atención del restaurante, llegué a una terrible conclusión: soy un rata.
Y no hablo de las boludeces esas del horóscopo chino, no. Me refiero a otro tipo de raticidad.
Después de contarle una intimidad, Joseló concluyó: "sos un rata".
No pude menos que reconocer la verdad y darle la razón.
Lo que acababa de narrarle es que para ahorrar en estacionamientos, llevo dentro de mi bolso una bolsita plástica de cada uno de los supermercados donde hago las compras.
Dejo el auto en los estacionamientos gratis y al momento de retirarlo saco la bolsita de la cadena correspondiente, meto mi bolso adentro y salgo tranquilo y campante como si efectivamente hubiera comprado algo.
Los guardias de seguridad y yo, felices y tranquilos y contentos.

martes, 24 de julio de 2007

¿Soy sólo yo o...

... a ustedes también les da lástima el triste destino del dibujo del perrito en los rollos de papel higiénico?


PD: creo que "¿Soy sólo yo o..." bien podría convertirse en una nueva sección del blog. Acepto de buen grado sus soysoloyo para recopilar.

Linkeate

Mi retoño colgó un blog llamado Linkeate.
Estuve a punto de ordenarles (si, dije ordenarles) que vayan allí y pongan en cada uno de los post cinco comentarios cada uno a riesgo de que en caso de incumplimiento vaya a buscarlos (yo o alguno de mis fieles sicarios) hasta debajo de la cama si es necesario para darles una buena tunda
Pero no, me da miedo que mi hija me recrimine (y empiece con el consabido "me hacés pasar vergüenza") y me haga perseguir por alguno de sus fieles sicarios.
Lo que sí debo confesar es que siento una sana envidia (si, si, ya sé, no tan sana) por el nombre que ha conseguido para su blog.
En definitiva, no se les ocurra entrar allí, así se aburre en seguida, lo da de baja y yo aprovecho y le robo la dirección.
Gracias por colaborar.
Atte,
Yo y mis sicarios

domingo, 22 de julio de 2007

Menú del día: nueva sección

El menú artístico de Polenta con Pajaritos para el día de hoy es el siguiente:

Entrada
Ensalada fría de dibujos excepcionalmente preparada por Flor.
Primer plato
Revuelto de mujeres, cortesía involuntaria de Oink!.
Segundo plato
Salpicón de ilustraciones, una genialidad pictórica de Mariana.
Postre
El blog de la Fierro, el fresco y batata argentino.

Sobre todo por la novedad y exquisitez, la entrada y el segundo plato son imperdibles.

sábado, 21 de julio de 2007

Ascensores eran los de antes

Hoy vi algo muy gracioso y extemporáneo al bajar de un ascensor.
Cuando la puerta se abrió, encontré a dos señoras esperando subir a la cabina. Dos señoras muy mayores, pintadas como un Quinquela, del estilo de esas que usan tinturas violáceas y usan tapados de piel.
Al cederles el paso, una de ellas amagó a entrar, se frenó, dio un paso atrás y entre asombrada y aterrada le dijo a su compañera:
-Pero, ¿cómo?, ¿ésto no lo maneja nadie?

Decisión tomada

Acabo de tomar una decisión bastante intrascendente con respecto al blog.
A partir de este post -inclusive- voy a contestar, responder y/o agradecer todos los comentarios que me lleguen.
Esto lo hago por dos razones.
La primera es que me gratifica cuando veo que el autor de alguno de los blogs que leo se toma el tiempo de responderme algo y no veo la razón de no poder hacer lo mismo.
En segundo lugar, gracias a mis comentarios-respuesta, podré decir a mi mismo con fingida sorpresa: "Guau, casi se duplicaron los comentarios desde un tiempito a esta parte".

Actualización: me acaban de avisar que si contesto todos los comentarios, debería también responder a los míos que ofician de respuestas. Es decir que este blog se transformaría en una bola de nieve rodando cuesta abajo, creciendo, creciendo...
Por cada comentario de ustedes, aparecería una cadena de respuestas infiniiiiiiiita.
Bueno, está bien, sólo voy a contestar los de ustedes.

viernes, 20 de julio de 2007

Gracias por todo, Negro

¿Sabés qué?, sos la única persona por la que nunca perdoné a Dios haberte hecho hincha fanático de Rosario Central.
Los que cada tanto teníamos la posibilidad de cruzarnos con vos en una esquina o en algún bar de este pueblo chico que es Rosario, sabemos que no te fuiste.

martes, 17 de julio de 2007

Yo te creo Miceli

¡Pero Felisa!
¿Cómo puede ser que desconfíen de vos?
Yo no dudé un sólo instante.
Además, después de encontrar esta nota en El Mercurio de Chile, hay que ser muy mal pensado para seguir desconfiando.
Cuando me enteré que habían encontrado mucho dinero en el baño de tu despacho sabía que te iban a hacer esto.¡Ja! La oposición debe estar tratando de ocultar al japonés.
Yo te insto a que -como querría tu benefactor japonés- te conviertas en una mejor persona, transformándote en una mujer de bien.
A todo esto Felisa, ¿sabés como se dice ministro de economía en japonés?
Tekito tu toko.
¡Grande Felisa!

Sayonara soshite arigatou.

domingo, 15 de julio de 2007

Primicia exclusiva

¿Se acuerdan que hace un tiempo les conté que había empezado a concurrir a un taller de teatro? Bien, (y si no lean acá).
Resulta que ayer desde ese espacio surgió una propuesta formidable: integrar un elenco de unas seis personas -entre actores y troncos como yo- para montar una comedia.
Lo más interesante del tema -además de que todavía jamás pisé un escenario más allá de los ensayos en el teatro, y mucho menos "profesionalmente", como viene la mano ahora- es que me encargaron que escribiese la obra.
Es decir que voy a tener la posibilidad -y la responsabilidad- de escribir y a la vez interpretar una obra de teatro hecha desde cero.
Como desafío es inmenso, pero lo compensa ampliamente el poder ver plasmado a corto plazo el trabajo de uno en un espacio artístico.
El efecto colateral que esto produce es que probablemente en el transcurso de los próximos dos meses esté metido de lleno en la elaboración de la trama y escritura de los libretos, así que el trabajo en el restaurante se me complica bastante.
Lamentablemente desapareceré por varios días o postearé mucho más cortito, ya veré como hago. Polenta con Pajaritos y mis otros blogs son criaturas muy queridas y trataré de que no mueran de inanición.
No quería dejar de compartir esto con ustedes. Tenía ganas de contarles.
Cuando tenga algo más concreto sobre el avance de la obra, les cuento.
Por lo pronto espero seguir cruzándolos aquí en el bar.
Cuando se me dificulte mucho escribir, trataré de venir aunque sea a tomarme unas copitas o le pediré a Tony, Joselo, el Rata o a alguno de los clientes habituales que me de una mano.

domingo, 8 de julio de 2007

La pregunta del millón

Simple y directo.
Me urge que alguien pueda decirme por qué misteriosos efectos de acción-reacción del cuerpo humano me provoca un acceso de tos el limpiar mis conductos auditivos con hisopos.
Gracias.

R12, fuiste alpiste

"Todo concluye al fin, nada puede escapar. Todo tiene un final, todo termina" le canté hoy a mi querido y viejo auto, antes de darle la espalda definitivamente.
Es que con las regalías por las publicidades de esta página -espero que no les moleste saber que me he vuelto millonario gracias a ustedes- he cambiado mi tutú.
Al conducir por primera por primera vez mi nuevo auto (nótese que no dije "mi auto nuevo") se desmoronaron los cimientos de varias creencias que tenía.
Hoy descubrí que:
  • Es posible abrir todas las puertas de un auto al mismo tiempo tanto desde adentro como desde afuera. Y tampoco hay que desarrollar músculos específicos para poder azotar las puertas y que se mantengan más o menos cerradas.
  • No es normal que el motor suene como si debajo del capot estuviera escondida una banda de brasileros tocando una batucada.
  • Los capots se pueden levantar, ya sea para hacerle algún tipo de mantenimiento al auto -todavía tengo que averiguar bien que significa "mantenimiento"- o para ver si debajo del capot estaba o no estaba la banda de brasileros.
  • No todos los autos tienen agujeros en el piso para ver si estás pasando encima por algún charco, si la vieja que atropellaste se quedó enganchada en alguna parte bajo el auto o para ayudar con las patas en el proceso de frenado.
  • Algunos autos van más rápidos que las bicicletas.
  • No importa el auto que tenga, siempre estará igual de sucio.

Prendido a la fiebre amarilla

Desde la homepage de la película de los Simpsons uno puede acceder a una sección desde donde se puede crear un avatar en el estilo de estos clásicos dibujos.
Seleccionando características como sexo, contextura, pelo, cutis, ojos, boca y algunos otros detalles, uno puede confeccionar su propio identikit.
La imagen de la izquierda es lo más parecido a mí que he logrado, mirándolo en forma muuuuy optimista.
Al menos tengo una remera más o menos así.

Aclaración: definitivamente, dibujado parezco más joven.
La imagen sólo es de caracter ilustrativo. El producto puede diferir de la misma.

Update: Según mi hija, en realidad me veo como la imagen de la derecha. A mi me da igual, un poco más despeinado, algo de cara de culo en el gesto. Bah, como casi cualquier hija pre-adolescente ve a su padre. Bueno, me veo un poco menos feo en esta versión que en la mía, pero en la otra tengo el encanto perdido de la juventud. Qué se le va a hacer.

Update segundo (para Bater): No, no hace falta registrarse para hacer un avatar. Pareciera que sí, pero no. Al ladito de la opción de registro está la que dice "Nuevo personaje". Eso sí, como sin registrarse no se puede guardar, hay que recurrir a un printscreen una vez que está terminado el avatar.

sábado, 7 de julio de 2007

Si yo te digo que es carnaval, vos apretá el pomo

"Cosas raras vederes, Sancho, que non crederes" debiera yo decirles a los escépticos que a través de emails, pancartas y pintadas en la vía pública dudaron de mi retorno preciso, exacto y almanaquéticamente puntual había yo anunciado.
Incluso han dudado sobre mi identidad, llegando a deslizar el rumor de que el tal Podeti y yo somos la misma persona, como una especie de Clark Kent y Superman, supongo. Ingenuos, a él sólo me une el respeto profesional (yo lo respeto y él es un profesional).
Al final me hacen enojar.
Y esto es todo por hoy, mañana posteo de nuevo.
¿Qué?
¿Dónde dice que tenía que poner un post largo y coherente?