Estudios recientes de la reconocida Universidad de Scalope, en Nueva Tijuana, revelaron que el comportamiento del hombre durante la práctica de la pesca es directamente asociable a los defectos y virtudes de dicha persona en su relación con el sexo opuesto.
Los individuos que se prestaron al estudio pudieron ser catalogados en grupos básicos, dentro de alguno de los cuales -con un cierto margen de error tolerable- seguramente se encuadra el hombre en quien está pensando en este preciso instante.
La gran sorpresa fue que los grupos hallados fueron muchos menos que los supuestos en un principio.
Los tipos de hombres, siempre según los científicos de Scalope, son los siguientes:
El mojarrero
De perfil bajo, no le gusta destacarse. Prefiere el picoteo entre muchas mujeres -por decirlo de una manera explícita- que una relación estable y duradera. Superficial como pocos, desiste de cualquier relación profunda que lo arrastre mar adentro. Son los buscadores de leves amores de primavera.
Ventajas: si lo que busca es un picoteo, difícilmente este tipo de hombre complicará su existencia.
Desventajas: usted siempre será un simple pasatiempo
El pescador con línea
Vago, sumamente vago. No hará el mínimo esfuerzo por tratar de conquistarla. Su estrategia es muy simple, pero efectiva: el sabe que alguna, en algún momento, va a morder el anzuelo. Pueden pasar meses y años sin que este hombre reaccione. Simplemente, espera y espera y espera. Es de los que olvidan los aniversarios, que cosas odian sus parejas y de los que suelen olvidar los nombres. Son de los que terminan su vida panzones, con camisetas musculosas ysacando el TV a la puerta para ver fresquito el partido mientras usted intenta (una vez más) maquillarse para él.
Ventajas: usted podrá alternar sin dificultad con algunos mojarreros. Él no notará la diferencia.
Desventajas: resígnese a no ser nunca el centro de atención en su vida
El pescador con reel
Es ni más ni menos es clásico fachero, el guacho-banana del barrio. Le gusta fanfarronear y es muy puntilloso con las mujeres. Sabe elegir lo que quiere pero como una forma de egocentrismo refinado. La ama solamente porque a él le da status: es de los que salen corriendo a contarle a los amigos lo buenas que están las gomas de su pareja actual. Vive en su mundo de comparaciones y compite con los compañeros en todo: en quien tiene la caña más larga, quien tira más lejos. Lo pero de todo es que vive dando consejos a todo el mundo sobre como se pesca.
Suele contar entre sus preciadas pertenencias algún auto tunneado, baila los ritmos de moda y siempre habla de él, de él y de él.
Casi siempre, termina envidiando a los mojarreros que picotean sin cesar mientras él espera la presa ideal.
Ventajas: en su compañía disfrutará momentos de goce material, durante la etapa en que él hará alarde frente a usted de todo su poderío.
Desventajas: si él pudiera, cortaría su cabeza y la clavaría en una placa de madera en la pared, junto a sus otros trofeos.
El submarinista
Es el refinamiento por excelencia. No espera que las mujeres vengan a él, él es el que va a buscarlas.
Conoce con precisión suiza cuando le está por venir la menstruación, sabe exactamente la cantidad de azúcar que debe agregar en su café, conoce hasta la fecha de cumpleaños de su suegra.
Sin embargo, luego de un tiempo de dicha sin fin, la mujer que acompañe a este hombre descubrirá que todo estaba planeado, calculado, medido y que nunca hubo tiempo para la improvisación. Inevitablemente la vida se transformará en una rutina militar.
Es el clásico playboy que cautiva por la noche y a la mañana, al verlo despertar, ojeroso y con mal aliento, una se pregunta "¿adonde se fue el tipo con el que estaba anoche?, ¿y a quién dejó en su lugar?".
Ventajas: se sentirá mimada por lo menos durante un tiempo y la alegría y la pimienta entrarán en su vida.
Desventajas: luego de un tiempo, la pimienta le dará alergia.
Seguramente su hombre estará en uno de estos grupos. Ya sabe a que atenerse.
Independientemente, el estudio ha llevado a los científicos a una conclusión terminante y avalada por los resultados obtenidos:
"Los hombres a los que no le gusta la pesca, son putos."
2 comentarios:
Muy interesante su conclusión final. Si me permite, le agrego un descubrimiento personal: "El hermafrodita es un pescador sublime".
Loco, concentrate en lo tuyo! Hace media hora que te pedí una ensalada y todavía no me la trajiste... Además, poner la carnada en el anzuelo requiere del uso de la motricidad fina, y eso muy muy muy de hombres no es...
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