martes, 19 de junio de 2007

Las Guías Vaticanas: "El Manual de Buen Conductor Cristiano"

De esta manera damos comienzo al ciclo de difusión de las Guías Vaticanas, una serie de manuales que facilitan la vida del cristiano en estos tiempos difíciles que corren.
Y si hablamos de correr, ¿qué mejor que empaparnos de la celestial sabiduría del Manual del Buen Conductor Cristiano?

Lo primero que hay que destacar es que esta es un guía espiritual que no debe seguirse siempre al pie de la letra.
Por ejemplo, hay países impíos en donde se prohibe la conducción rezando el rosario, sobre todo si se tiene la costumbre rezarlo con la cabeza gacha en señal de recogimiento y sostener el rosario con una mano e ir pasando las cuentas con la otra.
Según el cardenal piamontés Enzo Micci, quién pidió reservas sobre su identidad -de hecho no hemos colocado su segundo nombre- nos confesó que "en este caso particular la guía atiende a la realidad de que con tantas guerras, accidentes y catástrofes con que el trompa (sic) nos pone a prueba, se está llenando de gente allá arriba y es hora de que empecemos a cuidarnos acá abajo, al menos hasta que en el cielo amplíen la red eléctrica y cloacal porque ya están empezando a notarse los primeros síntomas de hacinamiento".

Los cinco pecados considerados más graves de los que enumera el manual y que fueron elegidos mediante mensajes SMS por más de dieciocho mil feligreses en todo el mundo y también a través del sitio www.papanocorras.com son los siguientes:

1- Poner como excusa a los inspectores durante un control de alcoholemia que el Señor transformó el agua en vino.
2- El taller mecánico debe ser un santuario para el conductor cristiano. Llevarlo a uno plagado de pósters y almanaques de prójimas en bolas es pecado. Recorra el barrio, seguramente encontrará uno con imágenes de santos y con los cuadritos de las estaciones del calvario.
3- Es blasfemo intentar transitar sobre las aguas como el Señor y salpicar con el auto a las viejas que vienen de hacer los mandados.
4- La tenencia de una calcomanía que diga "No soy el número uno pero cuando pueda te vacuno" no sólo es pecado: también es mal gusto.
5- No desearás la coupé de tu prójimo.

Para poder implementar estas medidas y tener cortitos a los fieles, la alta curia se basa en una premisa básica: "prescindimos de radares y esas cosas, nosotros contamos con el que todo lo ve".
Ante el caso de que un cristiano cometa una falta, le será enviado un mensaje divino que le indicará cual fue la infracción, la fecha y la hora de la misma y si fuera necesario una visión se le aparecerá en sueños donde se transmitirán las imágenes del ilícito. Concurriendo al confesionario de la parroquia más cercana, podrá cancelar la multa según conste en el tarifario que deberá exhibirse al costado del mismo junto a la leyenda "Exija su comprobante de penitencia".
A la salida de las iglesias, los monaguillos extenderán los libre multa que permitan al cristiano demostrar ante los sagrados tribunales que su deuda fue saldada.
En nuestro país hay algunos escépticos y agnósticos que descreen de estas políticas ya que "somos argentinos, papá, con dos padrenuestros y tres avemarías por izquierda arreglás y acá no pasó nada".

Pero no todas son espinas en el camino del buen conductor cristiano.
El Vaticano tiene previsto un sistema de millajes donde se otorgarán puntos por kilómetros recorridos, catedrales visitadas y buenas acciones realizadas durante la conducción automovilística.
Estos puntos pueden ser canjeados por distintos premios que van a exhibirse en las distintas iglesias del país y del mundo -como recuerdos, estampitas, ramitas de olivo y bidones de agua bendita- o bien ser guardados para (en un futuro no muy lejano) conseguir una ubicación VIP en el purgatorio o un lugarcito medianamente fresco en el infierno.
En cambio, para los que van al cielo no hay otros premios que éste. Es sabido que los santos-santos, los que van directamente al cielo, no van a andar perdiendo el tiempo ocupándose de elaborar o tomar en serio un manualcito de conducción cristiana, como si incluso hasta en esto nos quisieran hacer creer que hace falta marcar diferencias entre cristianos, musulmanes, budistas, agnósticos y demáses, cuando pocas cosas deben ser tan universales y laicas como los accidentes de tránsito.

11 comentarios:

Chester J. Lampwick dijo...

¡¡Sí!!
¡Soy el visitante número 20.000!

Chester J. Lampwick dijo...

¿Me gané algo, Bug?

The Bug dijo...

Déjemelo pensar, Chester, algo se me ocurrirá.
Por lo pronto le concedo el poco comprobable honor.
Y gracias por hacérmelo notar (y felicitaciones por su nuevo triunfo como discutidor)

Corvina dijo...

jajaja sos un caso serio, Bug. Felicitaciones por la cantidad (y calidad) de visitantes, y al número 20000 le digo que reclame, que seguro algo liga, alguna calco de Benedicto, o algo así.

Corvina dijo...

jajaja sos un caso serio, Bug. Felicitaciones por la cantidad (y calidad) de visitantes, y al número 20000 le digo que reclame, que seguro algo liga, alguna calco de Benedicto, o algo así.

Chester J. Lampwick dijo...

Por favor corvina, el número 20.000 tiene nombre, inicial de segundo nombre y apellido: Chester J. Lampwick.

Lo de "número 20.000" me sonó muy Huxley, y me dio miedito.

Corvina dijo...

jaja escalofriante, número 20.000, digo Chester.

Weltklang dijo...

Por razones obvias, el dante se olvidó de crear el circulo del infierno donde alojar a los automovilistas, pero si existe, está lleno de minas y colectiveros. Y si existe un paraiso (no, cocodrilo no) debe estar lleno de peatones. Es decir, no sabemos adonde van los automovilistas.

Anónimo dijo...

Che, pelotudo, ¿por qué no hacés un post sobre mahoma y los mahometanos?
Imbécil, andá a decir pelotudeces de los judíos, si tenés huevos...

gabrielaa. dijo...

ay, qué simpáticos los católicos militantes

The Bug dijo...

Anónimo (¿en serio te llamás así?, ¡con razón!), sólo voy a decirte dos o tres cosas:
1) Si pensás que la religión tiene algo que ver con ser conciente y responsable al manejar, es tu problema, no el mío.
2) Cuando se publique alguna vez el "Manual del buen futbolista judío" o el "Libro de las recomendaciones para los carpinteros musulmanes" quedate tranquilo que escribo algo.
3) No es de buen cristiano (como vos seguramente lo sos) pedirme que me anime a escribir cosas agraviantes sobre los practicantes de otras religiones.

Chau, feliz exorcismo.