La verdad es que el clima en el restaurante está cada día más picante.
Hay un clima preeleccionario que se va caldeando rápidamente.
Cualquier parroquiano, luego del quinto o sexto vaso de vino, se cree un experto analista político.
Así las cosas, la gente se enfrasca en discusiones que suelen terminar a los palazos. Y no es que la gente se pelee entre sí, sino que Joselo -intolerante como el que más- los echa a escobazos apenas alguno osa llevarle la contra. Estamos pensando seriamente adelantarle a este muchacho las vacaciones, como una especie de veda electoral de trabajo, a ver si nos dura algún cliente.
Sin embargo en algo suelen ponerse todos de acuerdo: no hay político que nos venga bien, y motivos no nos faltan.
Así como antes se hablaba del voto bronca, del voto castigo y de las ventajas y desventajas de las listas sábanas, ahora las cosas no son tan simples.
Está surgiendo una nueva generación de votantes autodidactas, que está haciendo escuela y encontrando nuevas maneras y estilos para mostrar su descontento.
Según hemos podido analizar, las siguientes son las nuevas tendencias en lo que a votación se refiere.
El voto piquetero
Quienes tienen por costumbre exteriorizar su disconformidad cortando rutas y puentes, trabando con sus cuerpos las puertas giratorias de bancos y dependencias gubernamentales e incluso taponando tripas y desagües cloacales a fuerza de arroz y parmesano, también tienen su forma de votar.
Su modus operandis consiste en colocar dentro del sobre -además de la boleta del partido correspondiente- una cierta cantidad de elementos como ser monedas fuera de circulación, chicles usados, granza para palomas, carozos de aceituna y ñoquis apenas al dente.
El efecto es sencillo, luego de intentar por algunos segundos meter lo más posible el sobre en la ranura y ser corrido a bastonazos por Gendarmería, la tranca en la boca de la urna es tal que no queda más remedio que abrir la caja e invalidar la mesa.
El voto "qué tiempos aquellos"
Cansados de estar cada vez peor, este tipo de votantes recurre a frases hechas como "antes las cosas eran distintas", "tiempos eran los de antes" y "antes también robaban, pero por lo menos hacían".
Ahora, agrupados en pelotones de nostálgicos en blanco y negro concurren masivamente a las urnas para depositar en ellas boletas guardadas celosamente en desvanes y buhardillas, como las de Perón-Perón, Alfonsín-Martínez o Luder-Bittel.
Más de un geronte podrá obtener en el 2007 lo que no supo conseguir durante el último cuarto de siglo pasado.
El voto pibe cabeza
Como nunca antes se había dado, la situación de desesperanza de la juventud -sumada al desencanto con la clase política- y el actual desentendimiento de las nuevas camadas de jóvenes argentinos harán que listas ignotas asomen su cabeza entre la poderosa maquinaria del poder para amenazar el orden institucional existente.
Luego de los dos o tres partidos mayoritarios -se supone que al menos durante las próximas elecciones no serán desplazados- amenazan con surgir listas espontáneas garabateadas a mano a último momento.
Se piensa que pueden influir en los posibles ballotages listas de corte popular, como "Aguanten Los Redondos", "Olé olé olé Diegó Diegó" y "Puto el que lee".
El voto cautivo
El electorado no es taaaaan pelotudo.
Antes los políticos les daban a cambio de sus votos una zapatilla (por citar un ejemplo bastante conocido y entendible) y si es que ganaban luego les entregaban la otra.
Ahora, se estila que la gente meta medio voto en el sobre y si el elegido cumple con sus promesas (o entrega la otra zapatilla, que es lo mismo) por Correo Argentino -franqueo a pagar- el conforme votante enviaba la otra media boleta.
Es como la media medallita, pero sin tanto romanticismo.
Sé que debe haber muchas otras formas de votar de las que me gustaría interiorizarme, pero no hay caso. Nada voy a poder averiguar mientras Joselo siga por acá revoleando la escoba.
3 comentarios:
¿Y si agrega un delivery y lo manda a dejar los pedidos a Joselo?
Acabo de dejarle un comentario en su post anterior. Quiere que se lo traiga?
Ya tomaré su posta, Chinita.
también habrá algo de voto-cuota y algo de voto-castigo :/
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