Al hojear la edición sabatina del diario La Capital, vi en la tapa la noticia que enmarqué en la imagen. Les transcribo la noticia porque al ir a la tapa-papel en la edición on-line del diario me encontré con una pobre resolución de imagen.
"Funes: chocó un árbol y murió. Por el impacto cayó a un zanjón. Tenía 35 años."
¡Qué barbaridad!, ya habíamos notado que los accidentes de tránsito están fuera de control y poco están haciendo las autoridades al respecto, pero esto de los árboles que chocan realmente me supera.
¿Cuanto faltará para que el viejo chiste de "yo no choqué, es que se me cruzó una columna" deje de ser sólo una respuesta jocosa para que pase a ser un descargo válido en un juicio por daños civiles?
Creo que es hora de tomar cartas en el asunto.
Además, ¡cada vez más jóvenes!
¿Qué son 35 años en la vida de un árbol?, ¿tal vez uno o dos en la escala humana?
¿Quién permite a árboles tan jóvenes, retoños apenas, andar por la ruta como si nada, boludeando por las banquina y sin advertirles del riesgo que corren?
¿Qué?, ¿teníamos que esperar que haya una muerte para que llame la atención de la prensa?
Ya habíamos denunciado que en ciertas zonas de la ciudad, los palos borrachos se juntan por las noches para cometer todo tipo de tropelías, correr picadas y jugar al ring-raje.
Y no ha faltado el caso de árboles en los que irresponsables humanos han acumulado apoyadas en su tronco botellas de vino y sidra casi vacías, luego de una fiesta. Claro, las botellas luego se caen o algún gato las tira y el alcohol pasa de este modo a las raíces, convirtiendo a estos pobres árboles en bebedores pasivos. Total después tambalean y se caen y nos conformamos con decir: "fue la tormenta" o "los tiró el viento".
Nunca imaginé que la frase "cuidate o vas a amanecer culo pa'rriba en un zanjón" pudiera aplicarse a un árbol. Pero así es.
Yo les pido que recapaciten: no es normal que los árboles choquen y se mueran.
Y si no hubiera muerto, y si el pobre árbol hubiera quedado en estado vegetativo, lo mismo daba. Acá está pasando algo grave.
Y ojo, que como bien nos ha anticipado Tolkien, los árboles son pacientes pero no pelotudos.
Ya los quiero ver a los políticos de turno no poder salir de los ministerios porque una manifestación de árboles indignados se planta frente a las salidas y bloqueen las calles y exijan cruces peatonales y puentes sobre las autopistas.
Señores gobernantes, eviten que -una vez más- el árbol les tape el bosque.
3 comentarios:
El diario de mi localidad, Bahía Blanca -la prensa más ultraderechista que pueda haber en Argentina- suele poner titulares como estos: "Choque de ómnibus. Por lo menos, hubo cinco heridos". El "por lo menos" parece una provocación: se podrían haber matado todos, pero como no se puede pedir tanto, por lo menos que se hieran algunos.
Estimado amigo: Está genial este artículo. Déjame decirte que en México sólo permiten manejar a árboles de entre 8 y 15 años, no más. ¿Cómo en tu país le permiten manejar a un árbol de 35 años?
Esto es la ley de la selva, Batman.
Entre árboles y lianas, el tráfico es un desastre.
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