miércoles, 15 de octubre de 2008

¡Y sigue todavía el desfile de entradas intrascendentes!

Acabo de descubrir -mientras revolvía mi bolso en busca del hilo dental- que cuando uno abre un cierre relámpago medio durito y trabado, aplicando tirones, cada corrimiento del cabezal del cierre produce un ruido muy parecido a los graznidos del Pato Donald cuando está enojado.
Razonándolo hacia atrás -en el tiempo, no es que me haya puesto de espaldas- también recuerdo haber escuchado al pato gruñón abriendo o cerrando algún que otro pantalón, bota o campera. Esto demuestra que también el ruido lo hace un cierre nuevo, pero tirante.
Si no les gusta escuchar al pato, pueden frotar el cierre con un pedazo de jabón.
¡Tomá, te lo mandé con servicio práctico incluido!

2 comentarios:

Gurisa dijo...

Ud siempre tan atento y brindando servicio a la comunidad. No cualquiera lo hace, no cualquiera.

The Bug dijo...

Gurisa, ampliando mi horizonte servicial, le aclaro que una vela o un poco de parafina también sirve para frotar el cierre.