martes, 4 de marzo de 2008

Paseo por San Lorenzo

Aprovechando que un día mas de mis vacaciones estuvo horrible (mi humor está a estas alturas peor que el clima) me fui con la familia a dar un paseo por San Lorenzo (aprovechando la cercanía y que no había mejores planes).
Estuvimos distendiéndonos en una plaza ubicada sobre el lateral del famoso convento, en un lugar casi sagrado de la historia argentina.
Allí, a metros del Campo de la Gloria, lugar donde otrora se oyeron los gritos de guerra en el bautismo de fuego de los Granaderos a Caballo y ahora se oye el crunchicrunchi de gente comiendo papas fritas, galletitas y tomando mate y donde sus críos se revuelcan en el pasto que una vez iluminó el febo que asoma.
Allí, a metros de la habitación donde San Martín descansó (y que dicho sea de paso se conserva casi intacta), yo, tirado en un banco de plaza, me eché una siestita. Paralelos de la historia, bah.
En la foto se aprecia (si hacen clic, sino no se aprecia nada) el pino histórico debajo del cual San Martín dictó el parte del combate.
Al ver el árbol, me viene a la mente una pregunta: ¿es eso un pino?
Se ve que me hice la pregunta en voz alta, porque un señor muy ofendido me dijo: "obviamente es un pino, señor".
Molesto porque alguien se metiera en mi conversación, le espeté "¿ah, si?, ¿y cómo sabemos que este es el pino histórico?".
"Fácil", retrucó el hombre, "mire".
Me señaló una inscripción que el pino tenía cerca de su base: "Pino Histórico, modelo San Lorenzo. 1986" y junto a ésta un código de barras.
No me dio tiempo a formular la siguiente pregunta.
"Verá,"-se apresuró a explicarme-" hay muchos pinos históricos. Éste fue fabricado en 1956 y si pudiéramos cruzar el vallado veríamos su holograma de autenticidad."
Según su historia, hay una industria que se dedica exclusivamente a la fabricación de pinos históricos y que provee a las principales localidades por donde San Martín ha sembrado sus logros con estos árboles para su exhibición.
El más famoso es el sanlorensino, fundamentalmente porque es el primero y se hizo un único ejemplar. "No como el de Mendoza, el de Uspallata o el de Lima, que si uno los analiza son el mismo árbol", aclara.
Ni siquiera es de madera, añadió, porque se dieron cuenta que los de plástico duraban más. Solamente tuvieron problemas en 1992 cuando una cañita voladora cayó en su seno y le derritió una rama troncal entera. La pieza fue reemplazada porque todavía se encontraba en garantía y tenía un seguro completo.
Según su versión, tampoco el convento es el original. Dijo que el combate de San Lorenzo en realidad se llevó a cabo en la vecina localidad de Puerto General San Martín pero que luego del éxitaso comercial de la Marcha de San Lorenzo no les quedó otra que reinventar la historia.
El venerado actual convento no sería más que una burda imitación compuesta de papel maché y cartapesta.
Instruido, pero muy dolido en mi fuero patrio, decidí sumarme cabizbajo a la horda de crunchicrunchidores de papas fritas en el Campo de la Gloria, que parece ser que sólo es -en lo que a historia se refiere- un campito que desecharon sus dueños originales porque no prendía ni la soja.

PD: Según pude apreciar en diversos planos y mapas, todo parece indicar que el camino de los granaderos, por donde San Martín guió a los granaderos rumbo a San Lorenzo, pasa exactamente por la puerta de mi casa. ¡Qué cosa, no?.
La próxima vez que me ponga a tomar mate en la vereda, me voy a imaginar al prócer pasando por delante y tal vez reflexione un poco sobre el respeto debido y la maldita costumbre de salir a tomar fresco en calzoncillos.

3 comentarios:

unServidor dijo...

Mirá vos, y yo que hoy te decía de ir a San Lorenzo...

Bueno, mi comentario es:

1) PRI !! (Podeti no me deja, quería ver qué se siente)

2) Cuando tomés la SantaFe fría en la noche calurosa a la puerta de tu casa... ojo con la bosta. Y a la 7ª botella, dicen que realmente ves pasar a la tropa (algunos en sus caballos van mandando mensajitos de texto).

3) Aparentemente tampoco el río era ese, sino que los realistas venían por el Río Chubut. Pero tampoco eran realistas, sino bastante fantasiosos.

4) Humm... Ahora que sé cómo se siente lo del PRI... es como una sensación tipo pelotudo... pero bue: tenía que probar.

Anónimo dijo...

Señor...¿en serio es de plàstico el pino?

Jorge Mux dijo...

No se desanime por los días horribles, Bug; apenas comience a trabajar nuevamente vendrán los días de sol y calor.
Lo que debemos hacer el año que viene es engañar a Dios: le hacemos creer que nuestras vacaciones comienzan cuando en realidad terminan, y viceversa.
Así que ahora finja que está trabajando duro y parejo; verá cómo mañana el sol lo azotará gravemente.