miércoles, 29 de abril de 2009

Post 2.0

Parece que ahora lo top de lo top es ser 2.0
Esto empezó –o al menos la primera vez que yo lo oí- con la web 2.0, para referirse a los blogs y las redes sociales. O sea, lo mismo pero clasificado de otra forma.
Actualmente también se habla en publicidades de la internet 2.0, que tampoco se bien que significa.
Incluso escuché hablar del capitalismo 2.0, para referirse al terrible quilombo que quedó después de la última crisis económica mundial.
Parece ser, a pesar de los pocos datos técnicos de lo que dispongo, que ser 2.0 es ser mejor.
A juzgar por los ejemplo de que dispongo no se necesita ser mejor para mejorar; basta solamente con que decir que se es 2.0.

-Yo antes era un político corrupto, pero eso era antes, horas atrás; hoy me levanté y me di cuenta que soy 2.0. Ahora sí pueden votarme con confianza.

¿Querés ser mejor?
¡No reniegues más!
¡Hacete 2.0!

Lo que yo no entiendo es cómo el gobierno no aprovecha este modelo de dospuntocerización y subirse al carro de las mejoras intangibles.
A ver manga de infelices 1.0, les aconsejo tomar los siguientes ejemplos para empezar a gestionar en serio desde el poder ejecutivo.

Pobreza 2.0
Ahora da gusto ser pobre. El hambre de hoy no es el hambre de ayer, no. Es más grande. Por eso en estos tiempos se llama 2.0. En una Argentina en crecimiento, el hambre no iba a quedarse atrás.

Inseguridad 2.0
¿Estás inseguro? Entonces sos obsoleto. La inseguridad es algo subjetivo, es una limitación mental. Sin mente, como nosotros pretendemos que todos estén gracias a la Educación 2.0, no tendrías límites. ¡Subite al nuevo modelo de inseguridad que te propone el gobierno y dospuntoceriate!

Obras públicas 2.0
La ecología nos obliga a reformular nuestro plan de obras públicas. Basta de carreteras que rompan el equilibro de los ecosistemas. Acabemos con los murallones que contienen los ríos, evitando inundaciones y salvando vidas. Si Dios hubiese querido murallones hubiera puesto los murallones ahí, directamente. Basta de bachear, dejemos que crezcan en nuestras ciudades los pajonales, los bañados, los pumas, los malones y retornemos de paso, ahorrando energía, a la iluminación solar.
Prendete del tren ecológico y subite a nuestra gestión 2.0.

En fin, muchachos, ahí tienen como para empezar.
Eso sí, no se bayan al carajo y se manden un 3.0 o 4.0.
Recuerden que mucho numerito, mucho numerito, pero Duro de Matar 4.0 resultó una reverenda porquería.

lunes, 27 de abril de 2009

Vergonzosa anécdota narrada aquí para disimular la falta de imaginación

Prometí algo para hoy, así que voy a subir algo, aunque implique que esta anécdota me cree una imagen negativa que contrarreste mi generalmente bien catalogado carácter.
En otras palabras, que me haga quedar para el culo.
Esto ocurrió hace unos cuatro o cinco años.
Mi hija estaba invitada a un cumpleaños.
En la tarjeta estaban los datos para llegar al saloncito, la fecha, la hora y todas esas cosas como que "gracias por venir" y todas esas cosas.
Llegamos mas o menos a horario, no nos olvidamos el regalo en casa y hasta había podido más o menos combinar la ropa de mi hija (mi esposa estaba trabajando).
Cómo no soy fisonomista como para recordar a los padres de una compañera de mi hija, que además era de la colonia de vacaciones a la que asistía una vez al año, saludé al tuntún, cabeceando al voleo y listo.
Dejé a mi hija en la fiesta, ella entró a buscar a la cumpleañera y salí para volver al auto.
Al pasar manejando frente al salón, veo que sale una señora a los gritos, llamándome y mihija llorando corriendo detrás.
¿Qué había pasado?
Algo que hubiera sido muy grave si no me hubieran interceptado justo justo.
Me había equivocado de cumpleaños. La había dejado por tres horas entre perfectos desconocidos.
La hora y el lugar eran los correctos, pero la fiesta a la que habían invitado a mi hija tenía lugar el día siguiente.

domingo, 26 de abril de 2009

¡Gracias por los servicios prestados!

Gracias a los que aportaron respuestas a mi post anterior.
Hice lo que debía, creo, que es contestar los comentarios pendientes y empezar a leer los posts que estaban constipando mi reader, tratando de dejar los rastros aunque sea parcialmente.
¿Ah, no?
¿Lo que tenía que hacer era escribir algo y actualizar el blog más seguido?
Bueno, bueno, todo no se puede.
Gracias de nuevo. El lunes subo algo.

jueves, 23 de abril de 2009

¿Sugerencias?

Acabo de ver mi reader.
Tengo para leer -de distintos blogs- 90 post de días atrás archivados y otros 102 nuevos que aún no he curioseado.
Además de eso, tengo 54 comentarios de algunos de mis propios blogs que responder, correctamente archivados para tal fin.
¿Por qué alternativa debería optar?
¿Borrón y cuenta nueva?
¿Me encierro en un monasterio con wi-fi hasta ponerme al día?
¿Suicidio?
¿Eutanasia?

martes, 21 de abril de 2009

Hoy redefiní mi concepto...

...sobre lo que es ser un tipo hijo de puta.







viernes, 17 de abril de 2009

Otro aporte de Polenta, siempre al servicio de la comunidad: ¿cómo deshacerse de un vendedor puerta a puerta?

No se apresuren, amigos, vuelvan a guardar en la baulera esas máscaras de hockey y la motosierra, que por ahí no viene la mano.
Vayamos al punto sin más dilaciones.

¿Qué es más molesto que un vendedor ambulante ofreciéndote porquerías?
¿Qué cosa es más pesada que un testigo de Jehová o un mormón tratando de convertirte un sábado por la mañana, cuando estás todavía medio dormido?

¡Nada!
Bueno, exceptuando a un mormón o un testigo de Jehová tratando de venderte porquerías un sábado a la mañana, pero así y todo la idea es la misma.

Para aquellos que son amables como yo, que putean mentalmente pero chito la boca, que piensan "no, no lo puedo echar así nomás, qué se yo el trauma que puedo generarle" tengo algo para ofrecerles: la solución final al problema.
Limpia, sencilla, inocua y sobre todas las cosas: INFALIBLE.

Más sencillo que explicarlo es ejemplificarlo en un diálogo:

Vendedor - Hola, buen día, estoy vendiendo perfumes, mirá que boni...
Yo - Uh, no, mirá, la verdad es que...
Vendedor - Fijate que fragancia, esperá que te muestro, porque ahora vas a ver que...
Yo - Este, sabés lo que pasa, mi esposa vende perfumes, si te compro a vos ella me mata y además los consigo al costo.
(en esta parte hay que encogerse de hombros y poner cara de "y bueno, campión, es una pena pero quechelevacher, otra vez será")

¿Se entendió?, "mi esposa vende perfumes".
El tipo dice inevitablemente algo así como "ah, claro, bueno entonces" y se retira compungido. ¿Para qué gastar saliva en un cliente perdido?

Y sirve para toda ocasión, les aconsejo que lo prueben y después me cuentan.
Hay muchas variantes, con la misma escencia.
Veamos algunos casos testigos:

Vendedor - Hola, que tal, ¿tenés tarjeta de crédito?, ¿te interesa una tarjeta de crédito con un montón de beneficios?
Yo - Si, pero mi esposa trabaja en un banco y ellos emiten tarjetas, así que tenemos esas con muchos beneficios por ser empleada del banco

Vendedor - Hola, estamos ofreciendo una religión nueva que está por salir, acá tengo unos folletos que...
Yo - Disculpame, lo que pasa es que mi esposa es pastora de la Orden de los Castores Místicos, si me cambio de religión me excomulga.

Vendedor - Hola, estamos ofreciendo sexo a domicilio, no te interesa que...
Yo - Bueno, si, me interesa, ¿pero sabés que pasa?, mi esposa es una porn-star y bueno, justo está filmando acá en casa y si meto a alguien más me acogota.

Con la práctica, se consiguen resultado mucho más rápidos y efectivos, en la medida que se internalice esta práctica y se llegue a poner en práctica casi en forma inconciente.

Vendedor - Hol...
Yo - Mi esposa vende (portazo)

O también se puede pegar un papel en la puerta que directamente diga "Mi esposa vende".

No me agradezcan ahora, pero cuando puedan póngalo en práctica.
El día que logren que no se les enfríe el café por culpa de uno de estos pelmazos o eviten perderse el final del capítulo de una serie por haber aprendido a poner en práctica este consejo, ese día, repito, acá estaré para recibir los agradecimientos.

lunes, 13 de abril de 2009

¿Efecto de la gripe o simplemente fue un sueño estúpido?

Son las cinco de la mañana.
Desde hacía tres horas me estaba revolviendo en la cama, despierto, presa de una gripe de novela.
Cansado de dar vueltas, decidí levantarme.
Esas horas de desvelo en plena noche son extrañas, cuando la mente se empecina en recorrer los caminos más erráticos.
Todo el fin de semana no tuve ganas de escribir nada y probablemente tampoco lo haga en la semana.
La gripe arrasa con todo y para peor, unas pocas líneas de fiebre me hacen tener pesadillas y hasta incluso delirios.
Tal vez antes de desvelarme por completo haya tenido un poco de temperatura, porque tuve un sueño en donde Roberto Carlos, el cantautor brasileño, me explicaba pacientemente café de por medio que de haber existido Facebook en su época, jamás se le hubiera ocurrido escribir un tema tan pelotudo como ese donde contaba que a él le gustaría tener un millón de amigos para más fuerte poder cantar.

lunes, 6 de abril de 2009

Señores colectiveros, a ver si nos ponemos de acuerdo...

Mientras en el restaurante los muchachos iban preparando las nuevas mesas locadas (no sean vagos y miren el post anterior), armando las por ahora disponibles y adornando convenientemente las cedidas a unServidor y Mafa, yo me fui el sábado a Buenos Aires.
En representación del comedor, asistí a una nueva reunión de la Cámara de Porcionadores de Pizza.

Un evento fantástico -si me permiten irme un segundo por las ramas- donde pude aprender distintas técnica de porcionado (en ocho, en doce, facetado, con arabescos) y pude presenciar una interesante disertación del orador principal: "Fainá: ¿sola o sobre la pizza?".
Además hubo música en vivo, con un guitarrista medio mariposa que tocaba una Fender en medio de un caos similar al de una celebración de San Patricio. Había barwomans que preparaban unos tragos con cosas raras, algunos con gaseosas, otros con limones y otros con una especie de helechos adentro (o perejil, no se, no recuerdo bien pero creo que se llaman mojitos o algo así).

Bueno pero retomo en tema central, señores colectiveros no me he olvidado de ustedes.

Resulta que me olvidé de llevar abrigo y el viaje de ida fue una tortura.
Me cagué de frío todo el trayecto.
Yo entiendo que uno pague el servicio de aire acondicionado, pero ¿es necesario que me lo prendan incluso cuando los vidrios están escarchados por fuera?
Si yo no les voy a pedir que me descuenten unos pesos por no prenderlo, ¿hay necesidad de hacer esto?
La cuestión es que llegué a Retiro helado como huevo de Yeti y no tuve más remedio que ir al centro a comprarme un pullover en vez de poder pasar a tomar mate por la casa de una amiga.

A la vuelta, con el sueño y la resaca colgándose de mis hombros, me aplotroné en el asiento, enfundado en mi flamante pullover y presto a dormir la mona.
A los dos segundos, ya tenía los párpados herméticamente cerrados.
¡Cuál fue mi sorpresa al despertarme a la media hora transpirando como un esquimal en Zaire!
¡El aire acondicionado estaba apagado y el sol a través de los cristales me estaba literalmente cocinando!
Me sentía una langosta en una olla de agua hirviendo.
¿Qué?, ¿se estaban cobrando el aire que pusieron de más a la ida?

Señores colectiveros, ¿qué les está pasando?
Por cambios de temperatura menos bruscos se parten al medio las rocas en el desierto. Quiero pensar que el crujido "ahí abajo" no está relacionado con esto.
¿Acaso no es nocivo ser pasteurizado en vida?
¿Es necesario que nos conviertan en pasajeros larga vida?
Si siguen así, van a conseguir que la próxima vez vaya en bicicleta.

viernes, 3 de abril de 2009

Rebelión en la granja

Joselo dice que no quiere venir a trabajar otra vez al restaurante. Que no da para más cagarse a trompadas entre tres mozos para ver quien atiende la única mesa que se ocupa y obtener la propina.
Los otros dos mozos no podrían estar más de acuerdo, cansados de que Joselo invariablemente los muela a golpes noche tras noche, pasando semanas sin poder atender una sola mesa y recibiendo más agresiones si insinúan turnarse para atender.
Lo cierto es que luego del robo de todo el mobiliario del bar, pasando por la instalación de almohadones en el suelo -supletorios de las sillas-, sugerido por Ajenjo, hasta la situación actual donde contamos nuevamente con todos los muebles, han pasado meses durante los cuales perdimos prácticamente toda la clientela.
Un desastre.
Por suerte el Rata, hablando para el costadito por culpa del último trompadón de Joselo, tiró una idea muy buena.
-¿Y si subalquilamos las mesas? Digo, porque por ahí levantamos unas chirolas, desde afuera parece que hay más gente y todos contentos. A medida que se renueva la clientela vamos liberando las mesas, que se yo, alquilándolas sólo por una semana y si no es necesario no renovamos.
¿No es una idea brillante?
Joselo le pegó un castañazo por las dudas.
-Por las dudas… -aclaró- pero si, parece una buena idea.
Nos pusimos en campaña enseguida y ya negociamos un buen espacio del total disponible.
Dos mesas las alquilamos a una demostradora de Tupperware que le da fiaca preparar su propia casa para las reuniones.
Una tercera la cedimos al Tano Schwartz, que en vez de pagarnos una suma fija nos participará con el 5% de lo que recaude levantando quiniela.
Un par más terminaron en manos del Dr. Chevita, el cirujano plástico del barrio, que tiene el consultorio clausurado temporalmente por la presencia de ratas.
Todavía queda un buen lote de mesas disponibles.
Por favor, si alguno de ustedes puede colaborar reservando una mesa, o dos, o tres, lo que dicte su corazón, me lo avisa por comentario que después arreglamos.
Sean claros con la actividad que desarrollarán sobre nuestro espacio.
Por ejemplo, ciertos rubros como el tráfico de órganos, la reducción de autopartes robadas y la organización de la distribución de estupefacientes están expresamente prohibidos.
Obviamente, prohibidos en ciertos horarios, se entiende.

jueves, 2 de abril de 2009

Cien primeras entradas de Linkeate

Hoy Linkeate, el blog de Patu, llegó a las cien entradas.
¿Y a cuento de qué viene esto?
Probablemente seamos yo y alguno que otro más los únicos visitantes asiduos a esa página, a juzgar por el contador y los comentarios (¿llegarán a sumar diez en el transcurso del ultimo año?).
En estas épocas ávidas de efecinqueos, muros, firmas, comentarios y rankings, llegar a las cien entradas con tan poco estímulo hablan de una constancia y tezón de los que muchos de nosotros tendríamos que aprender.
Al menos yo.