Estos instructivos ("para la vida", aclaran nuestros invitados) sólo requieren que el destinatario sepa leer. Aclaramos esto porque el aprendizaje está garantizado en la medida en que se cumpla este requisito. Si no es su caso, permítannos decirle dos cosas: 1) en breve saldrá una edición multimedia rica en imágenes y sonido y 2) ¿qué demonios hace aquí?
En fin, los dejo en compañía de la primer entrega de las Guías Colman.
Cómo rascarse la oreja
Para aprender esta simple lección, estimados y queridos estúpidos, sólo hacen falta tres elementos: una oreja, un dedo y un picor.
En las imágenes vemos un dedo (preferentemente debe utilizarse uno de la mano que está situada en el mismo lateral del cuerpo que la oreja en cuestión), una oreja y a falta de una imagen del picor les dejamos una foto de un velerito muy simpático.
Es menester considerar que socialmente está ampliamente difundido el criterio de que tanto el dedo como la oreja deben pertenecer al mismo individuo, causando un efecto negativo el mal llamado "rascado de oreja ajena".
Considerando que el común de la gente posee tanto dedo como orejas, para llevar a la práctica esta guía sólo basta esperar la aparición del deseado picor.
Puede atraer el picor untándose las manos con grasa y simplemente esperar, acarreando una cantidad considerable de platos o bien tomándose con ambas manos de un cable suspendido a 30 mts. de altura. En estas condiciones, la aparición del picor es casi instantánea.
Una vez reunidos los tres elementos, proceda de la siguiente manera:
- Una vez determinada la picazón, levante a la altura de los ojos la mano correspondiente al lado de la oreja afectada.
- Determine si la picazón es externa o interna. Note que en la mano cuenta con cinco dedos, es decir cinco herramientas de distintos calibres y propiedades. De cualquier modo puede probar sucesivamente con cada dedo para determinar cual es el acorde a sus necesidades.
- Cierre la mano en un puño, manteniendo extendido el dedo seleccionado. Tenga en cuenta que según el dedo de su elección, este paso puede incurrir en señas que posibles espectadores puedan malinterpretar como mensajes agresivos u ofensivos. Sea sumamente cuidadoso en este aspecto.
- Dirija el dedo extendido hacia la zona afectada. Si es necesario puede recurrir a la ayuda de un espejo (tenga en cuenta el efecto de inversión de la imagen para alcanzar su objetivo) o puede contar con la ayuda de la otra mano. Si el acercamiento falla, la experiencia indica que puede optar por dejar el dedo inmóvil y acercar la oreja al mismo, como cuando quiere escuchar si la uña tiene algo para decirle.
- Una vez establecido el contacto oreja-dedo proceda a suaves movimientos (con el dedo) arriba-abajo, izquierda-derecha o adentro-afuera mientras imprime a su rostro una expresión de "metí las patas en una palangana con agua caliente y sales, luego de una caminata de tres horas". Experimente, es parte del aprendizaje.
- Una vez que con el dedo haya borroneado la picazón (esa es la explicación científica de porqué se va el picor) puede culminar la práctica.
- No olvide por ningún motivo retirar el dedo de la oreja ya que esta útil herramienta puede servirnos en cualquier momento para otras tareas interesantes.
Upgradización: el lector Alesubliminal nos informa que en su blog ya existe una lista de instrucciones para sobrevivir en la vida diaria. Véanlas, son realmente de utilidad.
Sin embargo, me veo en la necesidad de aclarar que los tips de Alesubliminal son re-avanzados, a diferencia de las verdaderas guías Colman, que están destinadas a otro tipo de personas estúpidas.
¡Si hasta incluso requieren un cierto manejo de cosas peligrosas, como tenazas, fuego y alfileres!
¿Qué sigue?, ¿sugerir que se empleen cosas aún más diabólicas y dangerosas, como enchufes de tres patas y pelapapas?
Les reitero, si las guías Coleman les resultan muy básicas recurran a las instrucciones para la vida diaria de Alesubliminal, pero ¿para qué arriesgarse?
Y ante todo, mis queridos, recuerden no intentar estas cosas en sus casas sin la supervisión de un adulto responsable.