Desde mi nuevo y privilegiado escondite debajo de la mesa 8, tuve acceso a un discurso histórico.
Es que hoy son las elecciones en el Club Social y Deportivo Testosterona y Progreso, tal vez el último reducto barrial en donde los hombres de la vieja escuela pueden encontrar aún un casín, un desafío de dominó, un buen vaso de ferroquina o un plato de maní con cáscaras y aceitunas junto a la compañía de un buen tango.
Aprovechando que en el club hoy se instala, como en cada una de las elecciones, una mesa masculina, la comisión directiva tuvo la ocurrencia de aprovechar y colocar en una mesita unas boletas fotocopiadas para elegir a la nueva comisión directiva. Obviamente también dejarían una urna separada y pedirían a las autoridades de mesa y fiscales que les contaran los votos del club a cambio de algo a convenir con el Cholo, que tiene la concesión del buffet. La idea es eliminar los fraudes y darle a la elección un tinte legal que nunca tiene.
En ese contexto, hoy uno de los candidatos opositores a la presidencia del club hizo el discurso final del cierre de campaña en este restaurante (la comisión directiva actual tiro tripa de pollo en descomposición en el buffet del club para evitar con el mal olor que la oposición le haga el cierre de campaña en el propio club).
A juzgar por las alpargatas de yute que portaba y su tamaño -recordemos que es lo único que puedo ver desde abajo de la mesa- deduzco que era el Chino Alvarado quien se había postulado a la presidencia. No conozco al menos otro que calce 42 y ande por todos lados con su indumentaria bochófila.
Escuchemos parte de su discurso, precisamente las únicas partes que resultaron inteligibles y no se perdieron entre el crunchicrunch de la masticación de papitas, palitos y manices.
"... porque hoy es un día histórico, amigos. Hoy es el día en que vamos a cambiar el curso de las cosas en el club. Recuerden lo que prometió la actual comisión directiva antes de asumir: que iba a cuidar del club como si fuera propio.
"¿Y dónde está el mérito, hermanos?, ¿cual es la gracia de cuidar lo propio, dónde está el esfuerzo?. Lo difícil es cuidar lo que no es propio. Por eso, me comprometo, no sólo a sentir aprecio por lo propio, sino, con mi mayor empeño, a hacerme amigo de lo ajeno...
"... el club nos necesita. Ahora más que nunca. Dice el refrán: para saber amar primero hay que amarse a uno mismo. Es lo que yo les garantizo. Porque no puede uno puede trabajar para beneficiar al club si primero no se trabaja en beneficio propio.
"¿Cómo nos pagó la comisión directiva actual? Fomentando la vergüenza deportiva del club.
Gracias a sus supuestos esfuerzos por mejorar el deporte, dicen que lograron hacer subir al equipo de basquet dos categorías.
"¿Y para qué? Para que pierdan casi todos los partidos... ¿ustedes querían jugar con equipos buenos? No señor, ustedes querían GANAR. Yo les prometo que los haré descender tres o cuatro categorías durante mi mandato y así, podrán volver felices a sus casas después de cada partido, con el triunfo en la mano. Al igual que ustedes, prefiero festejar frente al peor que volver con la cabeza gacha porque el mejor me arruinó la noche.
"Ya saben, muchachos, por quién tiene que votar hoy. No se dejen arrastrar por las mentiras del oficialismo. No dejen que triunfe el exitismo barato. No dejen que mancillen el nombre de nuestro sagrado club.
"Porque si no me votan, dejen después que los agarre y van a ver lo que es bueno."
¡Ah!, ¡qué lindos nuestros caudillos barriales!
4 comentarios:
Chino alvarado presidente!!!
Menos libros y más alpargatas.
¿Qué pasó con Leónidas Zacarías? ¿Cómo llegó Ud a la mesa 8? ¿Por qué Joselo no me sirvió la napolitana con fritas que le pedí hace una hora? ¿Mux asocia las berenjenas con monstruos por algún trauma de la infancia? ¿Se conocieron en la sala de espera del sicólogo? ¿Probaron con infusiones de té verde y alcaucil? ¿Por acá pasa el 112?
¿Y mi milanesa??????
Leónidas sigue arriba. Le dió pánico escénico bajar. Por lo menos ahora tiene quien le suba algo de comida.
Yo he bajado porque me sofoco un poco en ese espacio tan reducido.
Y la mesa 8 es la que me quedaba más a mano para refugiarme.
Lo de Mux vaya y pregúnteselo en su blog. Nunca me dio bien el cotorreo.
Ud. sí que anda bipolar, Maestro: que arriba del cielorraso, que abajo de la mesa...
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