¡Qué semanita la anterior!
Pero terminó al fin y acá estoy de nuevo. Con novedades.
Les aviso que estoy escribiendo esto no muy sobrio.
Es que mañana -hoy- no trabajo y me entregué al vicio.
Estoy escribiendo esto enfundado en mi bata de Meteoro, con mis pantuflas de peluche y degustando unas (dos, tres, cuatro) buenas copas de un vinillo blanco dulce que me encanta: Putruelle chardonnay, Tardío de Abril. Es espectacular.
Y acá estoy frente al monitor, con la copa en la mano, para llenar un poco el vacío que hubo acá la semana pasada.
Por un lado, necesito agradecer a mi amigo Jorge Mux, quien se hizo cargo de responder la mayoría de los comentarios que hubo en las entradas anteriores. Pasaremos por alto que quedaron algunos sin respuesta.
En ese aspecto Mux se comportó como un verdadero amigo: vino sin avisar, se instaló, hizo lo que se le cantó las pelotas sin importar lo que yo pensara y después simplemente desapareció sin saludar. Ni mi suegra podría haberlo hecho mejor.
Si van y se fijan (ni sueñen con un link aquí porque no le puedo acertar con el mouse ni al escritorio (al de madera, no al de Windows)) ¿paréntesis anidados? En fin, les decía, ¿qué les decía? Ah, si, que el post que había quedado pendiente, el que no tenía texto a la espera de sus comentarios ya fue completado.
¡Otra idea genial!, ¡otra obra maestra fruto del Putruelle!
Puse sus comentarios en el post y listo.
No hay más del revés que eso. Chau pinela, ni en joda podía armar un texto con todas las cosas que me pidieron. Jódanse por querer hacer leña del árbol caido.
¿Qué más? (se me encierran los ojos, si, se encierran atrás de los párpados).
Ah, si. Les cuento lo que viene.
Les debía un post del Petete, creo, algo de la música o la radio o algo así. Bueno, mañana lo subo.
Y, este, bueno, mañana también subo algún texto, algo, no se, transcribo un pedazo de la guía telefónica o algo, que se yo. No, no, en serio, subo algo.
Eh, bueno, creo que esto está empeorando segundo a segundo.
Me voy a dormir, nos vemos mañana.
Y una última cosa: si pensaban que este texto etílico es deplorable, alejado de todo buen gusto y algo más que ahora no se me ocurre, es porque aún no leyeron esta noticia bizarra.
Y ¿vieron? metí un link. Robadito hace horas de Oink (este otro vínculo sí se los debo, pero por ahí debe andar).
Hic.
Antes de irme una pregunta: ¿existen los floggers pelados?
Nuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!! La bata de Meteoro!!!! QUÉ GROSSO!!! Dónde puedo conseguirme una??
ResponderEliminarBorracho
ResponderEliminar¿Floggers pelados? Me parece que esos son un mito urbano, falta que hables de emos felices... The Bug, deja esa copita y anda a dormir, te lo pido como amigo, ya bebiste lo suficiente...
ResponderEliminar¡Saludos!
Gurisa, no se, esta me la hice hacer a pedido.
ResponderEliminarCarolina, más respeto che, yo no soy más que un ebrio profesional.
¡Bien Profe!
A su pedido, levanto la copa por usted... ah, no, dijo "¡saludos!".
Yo le entendí "¡Salud!"
¿meteoro usaba bata? ¿y sandro?
ResponderEliminarBienvuelto don Bug, lo andabamos extrañando.
Ajenjo, no solo usaba bata, también usaba camisetas de frisa.
ResponderEliminarEscuché la palabra "Chardonnay" y vine. ¿No hay un vinito para alguien que se tomó el ARDUO TRABAJO de contestar los comentarios? Mire que eso no lo hace cualquiera.
ResponderEliminarNo se preocupe, para navidad me manda una cajita con seis botellas y queda arreglado el asunto. No olvide el pan dulce, las garapiñadas, los turrones y los cinco kilitos de asado. Si viene con mollejas no me ofendo. Ah, la leña por mis pagos es difícil de conseguir; podría mandar unos veinte kilitos.
Y mucha sidra. Eso sí, ya que va a hacer veinte, haga veintiuno.
La verdad tengo muy poca cultura alcohólica y menos si no son asi cosas de mujeres tipo daiquiri de frutilla, el vino blanco no es de mina?
ResponderEliminarJorge, vea, mire, respóndase el comentario usted solo.
ResponderEliminarTiburina, decir que el vino blanco es de minas es como decir que el desodorante es sólo para hombres.
Hay unos blancos excelentes, aunque algunos "huy miren que macho que soy" lo nieguen a muerte.
La elección de un tinto, un blanco, un rosado, un espumante, una gaseosa o un juguito de naranja no son motivos de ortodoxia: depende el acompañamiento, la compañía y las ganas que tenga uno en ese momento.
A mi me gusta, a ciertos tintos, agregarles limón, pero para algunos eso es una herejía.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAh no no no. Este no era un lugar serio??!!!
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