viernes, 11 de julio de 2008

Suerte de perros

Ayer cayó por el bar el gordo Benitez, el portero del edificio de la esquina, a tomarse un vermouth acompañado de dos viejas que bien podrían ser su madre y su tía, y eso que el gordo no es lo que se dice un pibe.
Traía puesta una cara de culo de esas que te ve la policía y te pide el carnet de portación o te mete adentro.
Siempre fue amable y jodón, pero se ve que ayer andaba con los patos volados. Por las dudas saludé solamente con la cabeza, mantuve prudente distancia y no me acerqué sino hasta que me llamó.
-Che, Buguito, traeme una cerveza para las chicas y a mi una grapa bien pesada.
Fuí hasta el mostrador, destapé un porrón, le serví la grapa bien hasta el borde del vaso y me arrimé a la mesa para servirlos. Benitez echaba demonios por los ojos, pero las ancianas parecían contentas y animadas.
Se ve que el gordo andaba con ganas de descargar la mufa, porque apenas se mandó la grapa al gañote, se acercó hasta donde yo estaba y se disculpó, como una fácil manera de entablar conversación.
-Oime, Bugo, disculpame por el trato pero, ¿sabés que pasa?, vengo con una mufa que no te podés imaginar.
No me quedó más remedio que preguntarle al respecto, sin ganas y a sabiendas que se vendría una charla de diván de las pesadas en serio.
-La semana pasada fuí al casino, con mi jermu y mi suegra. Mi señora se quedó en las maquinitas, gastando moneditas, porque a ella no le gusta la ruleta. A mi sí, así que me aecerqué a una mesa para apostar unos billetes que tenía ahorrados para la ocasión.
Lo miré con interés mal fingido.
-¿Vos podés creer que la vieja bruja de mi suegra se me pegó durante toda la noche?, ¿que a cada ficha que apostaba me criticaba, me cargaba de mufa y después se burlaba?. Me pegué una calentura como para hacer andar dos Atuchas.
Volteó un segundo la cabeza para ver a las viejas chupando cerveza.
-La cuestión es que mi suegra me sacó de las casillas. Tanto me fastidió que luego de perder todas las fichas que tenía, antes que ella empezara a reprocharme la pérdida, la levanté por los hombros, la senté en la mesa y le grité al croupier: "¡la vieja al veintisiete!", como para joderla a ella.
Lo miré inexpresivamente suprimiendo un bostezo.
-¿Vos podés creer que el tipo me tomó la apuesta en serio?. Claro, es un casino pueblerino, vos por ahí apostás una gallina o un chancho y te lo agarran igual, viste como son ahí. La cuestión es que el tipo me tomó la apuesta de la vieja.
Nos miramos un rato largo, él esperando mi pregunta y yo demorándola indefinidamente.
-¿Y entonces? - le dije retóricamente, sin ánimo de esperar la respuesta.
-¡Y que salió el puto veintisiete!, le pegué con la vieja al pleno.
-¿Y te pagaron cuanto? -pregunté
-¿Y cuanto me van a dar?, me entregaron treinta y seis viejas de un contingente de PAMI que habían ido de paseo al casino. Sobre que éramos pocos...
Me compadecí intensamente. Le serví dos vasos más grapa y le insinué por señas que eran obsequio de la casa.
-Gracias, Buguito, no sabés lo es esto. Imaginate que tengo treinta y cuatro viejas más en casa.
Se fue cabizbajo hacia la mesa y a mí, que soy bastante fuerte, sentí que se me resbalaba el corazón del pecho, de pura pena.

11 comentarios:

  1. ¿Vio, Bug? ¡yo le dije a este infeliz que no jugara a ese número!

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  2. Es así, doña.
    Yo por lo menos ya estoy tomando medidas: me compré un rummy y un burako cosa que las viejas se entretengan si es que me las va trayendo al bar.

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  3. A la mier... con el nuevo restaurant Cocoon.
    Invéntele unos menúes rejuvenecedores con ginseng y mucho ajo.

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  4. que triste... tratar de perder algo y que siempre te vuelva... muy triste

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  5. "Restaurant Cocoon"... jajaja.
    Me hiciste carcajear con tu comentario, Mafaldita.

    Gally, es la "mala leche boomerang", que le dicen.

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  6. y bueeee... seguimos esperando la encuesta que prometiste

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  7. Cierto, estoy en deuda.
    Pero la plantilla no me deja agregar nada de nada.
    Tengo miedo que explote el blog, Patu.

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  8. ¿Se le ocurrió apostar a su suegra Buguito? Mire que si pierde capaz que se quede más solito de lo que pretende...

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  9. Aldana, ¿de dónde sacó eso?
    Fíjese que la anécdota es de un cliente y yo no ando en el tema de la apropiación ilegal de identidades.

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  10. XD me río de lña situación... no del amigo Benitez, pero como se le ocurre, podría haber sido peor... por ejemplo si apostaba un viejo.
    ¡Saludos!

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  11. Profe, al viejo se lo ganó, pero apostando a primer docena.

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