Hoy por la mañana mientras manejaba le dije a mi esposa: "che, la verdad es que hace mucho que no le pegamos un toque al auto, ¿no?".
Y era cierto, por lo menos cuatro o cinco años que no le hicimos ni un raspón.
Ella me reprendió: "callate, a ver si lo llamás".
Pensé en lo absurdo que resulta pensar en que uno puede llamar a un choque.
Hace instantes me tocaron el auto en la calle.
Por suerte no fue nada -ni se raspó- pero como el otro al cruzarse sufrió un abollón mañana tengo que armar la exasperante procesión de ir a hacer la denuncia del accidente.
También deben haber transcurrido años (quizás cuatro o cinco) desde la última vez que me dije: "che, la verdad es que venimos derechitos con el tema de no tener accidentes de tránsito".
El cóctel de todos estos factores me asusta.
Tengo miedo de seguir opinando y sacando conclusiones, sea de lo que sea.
Y ojo con gastarme, a ver si me tengo que poner a opinar sobre algunos de los amigos comentaristas.
A mi no se me cayó nunca un piano en la cabeza, pero, ahhhhh...
ResponderEliminarAjenjo, usted siempre da en la tecla.
ResponderEliminarChe, hace tiempo que no me hackean la cuenta de blogger.
ResponderEliminarYo nunca vi a River último en la tab-- ah, no, pará...
ResponderEliminarHace tiempo que no me gano el Quino, Loto, gordo de Navidad.
ResponderEliminarMmm, a ver... a ver...
Perdón, el Quini... pobre Quino.
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