lunes, 10 de marzo de 2008

Buenos Aires con ojos de suegra

Al final terminé yendo a Buenos Aires en los últimos estertores de mis vacaciones.
Pensaba ir la semana anterior, pero me asustó la persistencia de las lluvias.
De cualquier modo, sépanlo, pensé que iba a encontrarme una ciudad en serio, pero no, me encontré con cualquier cosa.
¿Qué les está pasando, señores? (permítanme que les habla así, de "ustedes", pero sé que la mayoría de los que frecuentan este piringundín de mala fama viven por allá).
Todo muy lindo, es cierto, pero hay detalles que habría que cuidar más, caramba.
Y ojo, que no les hablo en forma prejuiciosa ni malintencionada, no, para nada.
Lo que pasa es que dentro de poco menos de un mes voy a volver por esos pagos y estoy convencido de que ustedes, lectores, tienen la tenacidad, la voluntad y el orgullo necesarios para revertir esta situación y demostrarme que estoy equivocado, o que estaban equivocados ustedes y ya solucionaron todos estos "pequeños problemitas".
Así que presten atención, vean qué es lo que pueden hacer al respecto, así vamos afinando un poquito la puntería, muchachos.

Los accesos
Primer gol en contra. ¿Qué pasa con los accesos?
Porque yo vengo con el auto, tranqui, ponele cientocincuenta, doscientos, más o menos, metido en el medio del cardumen automotriz y ¿qué pasa?, pasa que las calles no son de color.
Si, ninguna es de color, viejo.
Me pase tres semana estudiando el mapita del ACA y la Guía YPF: entro por acá, por esta línea azul, después hago este rulo y termino en la roja, llegando esta mancha marrón agarro el desvío verde (¡ojo! no el amarillo porque termino yendo a cualquier lado) y sigo derechito hasta el hotel.
¿Qué carajo pasó con los colores de las calles?
Sobre el final de la Panamericana, desesperado, busco el azul y nada: gris, gris y más gris.
¿Tanto les cuesta respetar los colores?
Les pido que por favor se pongan un poquito las pilas y me vayan pintando las calzadas que si no me confundo a lo perro.

El zoológico
Ahí sí que se pasaron, bravo, los aplaudo de pie y en pantuflas, che.
¿Ustedes prestaron atención con qué estatuas y figuras adornaron el zoológico?
Claro, total ustedes no les prestan atención, todo el día mirando los animalitos.
¡Cómo van a llenar el zoológico con estatuas de mujeres a las que les falta los brazos!
Te llenan de estatuas de mancos de los dos brazos y después te venden los paquetitos de comida -que por otro lado son horriiiiibles, saben a demonios, se los digo yo que me había olvidado que el pochoclo lo tenía en la otra mano- para darle de comer a los animales.
¡Minga que les voy a dar de comer a los animales! A ver si me arrancan los brazos como a las estatuas.
Después, sobre la entrada/salida por Libertador, otra: un estatua de un chico semidevorado por una especie de pulpo o calamar gigante que es intentado rescatar por alguien que parece ser su desesperado hermanito.
¡Señores, esto es sádico!
¿Qué quieren?, ¿que los pibes se caguen en las patas antes de entrar?, ¿que amenace a mi hija con que o come verduras o la llevo al zoológico?
Por favor, amigos, pongan cosas más amables y si no arriésguense a que nadie más quiera concurrir. Después, cuando tengan que cerrar por falta de visitantes vayan a cantarle a Cuttini.

El Cabildo
Che, déjense de joder con el Cabildo.
Cada día más chico lo están dejando.
Está bien que lo tengan bien pintadito y todo eso, pero aflojen entonces con el papel de lija.
Parece una casita de Barbie, ya.
Se lo mostré a mi hija y me dijo: "Ah, igual que la maqueta para armar que me vino en el Billiken, pero más chico".
Además, por amor de Dios, tienen en la entrada dos farolitos preciosos, coloniales ellos, que remontarían a la nostalgia y a la emoción si no fuera porque ¡se ven adentro los ruleros de las lamparitas bajo consumo!
¿Por qué rompernos la ilusión así? No te digo que cuelguen dos lámparas de aceite o vuelvan a poner velas de cebo, pero por lo menos pónganle a los faroles unos vidrios esmerilados adelante para disimular y que no se vean las bajo consumo. O dejen al menos dos incandescentes que total por dos lamparitas no va a haber mucho gasto, caramba.
Confieso que yo quise arreglar el problema pero un soldado vestido muy a lo siglo XIX me sacó a patadas en el culo.

Es así cada una de estas cosas y si no me creen vayan y vean.
Se los digo por su bien, vayan puliendo estos pequeños detalles porque después se hace una pelota grande y difícil de parar. Viste como son las cosas, siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno.
De cualquier manera supongo que con el mes que les di de plazo les alcanza y sobra.

8 comentarios:

  1. ¡Salud The Bug!

    Muy buenos tus blogs. Puse un link a ambos en el mio.

    Saludos,
    Rapote

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  2. Gracias Rapote, es un placer tenerte por acá.

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  3. Juas!, tengo que volver al zoológico y ver esas estatuas, es cierto, no les presté nunca atención!

    PD: Un servicio que debería prestar el zoológico: Enseñar a lanzar las galletitas hasta donde están los elefantes, nunca la emboco!!

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  4. Mar, el gran problema es que si ves las estatuas, ya no volvés al zoológico...

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  5. Maestro? no nos traería un platito de polenta, la próxima vez que venga para acá? :)

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  6. totalmente de acuerdo con respecto al cabildo, cada vez mas chico y pulido. Hay que homenajear a estos momumentos de la misma forma que ellos lo hacen a nosotros.

    Dejame invitarte a vos y a tus lectores a que visiten el mío, que trata justamente sobre una revista gratuita del mundo de los blogs. Se llama .GPB y esta armada íntegramente por toda expresión que se encuentre en la web 2.0
    Usamos un tema por numero y invitamos a todos los bloggers a participar.

    te mando un saludo, y a seguir escribiendo que tenes un exelente blog.


    nube.
    www.guiapocketblog.blogspot.com

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  7. La polenta es como la sopa, viene bien en cualquier época del año Maestro! :P

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