Soy un tigre, qué querés que le haga.
Para qué te voy a andar mintiendo.
Ayer, faltó el Rata y me tocó cubrir sus mesas, ya que con esto de las vacaciones estamos siempre al límite de colapsar.
La cuestión es que con Tony solo como un perro en la cocina, mucho margen para platos complicados no tenemos. Así que apelamos a los platos del día para cocinar en masa y sin complicaciones.
La cuestión es que ayer había pollo al horno con papas.
A mitad del primer turno, un buen rato antes del recambio, cae un pelado y se sienta en la mesa 5.
Me acerco, sonriendo siempre -como sapo con lifting- y luego de una caballerosa reverencia le digo:
-Buenas noches, caballero, ¿va a cenar?, muy bien, para esta noche le recomiendo la sugerencia del chef: pollo al horno con papas.
En realidad la sugerencia de Toni había sido: o venden el pollo o vayan pensando a que gato se lo van a dar mañana porque está levantando un tufillo a pasado que no lo tapamos ni con salsa de vinagre.
En resumen, el pelado se lo pensó un buen rato y decidió:
-No, la verdad es que no. Tengo ganas de una buena milanesa con ensalada.
Lo miré entre atónito y asesino, o al menos como un asesino atónito.
-Pero... -esgrimí- no me va a despreciar el plato de hoy, mire que está bueno...
-Si, bueno, pero se me antojó una buena milanesa de ternera con ensalada... mixta la ensalada.
-Bueno, pero... ¿seguro?
-Seguro, hombre.
A mí, que si hay algo que tengo es terquedad, me vino un calor a la cara que mama mía.
A mi no me iba a ganar, yo tenía pollo al horno, no milanesa.
Pero sé por donde entrarle a los clientes.
-Bueno, pero considerando mi insistencia y a pesar de que su elección es superior en precio a lo por mí ofrecido, permítame que le cobre el plato más barato, como si fuera pollo al horno.
-Pero, ¡qué bien, muchacho!, así da gusto ser atendido, no por nada vine aquí.
-Y es una sabia elección, verá... ¿pero me permite además recomendarle en vez de ternera una suprema de pollo? Es que conseguimos pollo de granja y está exquisito.
Con el descuento en su bolsillo, la predisposición del pelado estaba a mi favor.
-Pero por supuesto, si usted lo dice, que anda por la cocina.
-Y otra cosa, -guiñándole el ojo- se la hago marchar con poco pan rallado, ¿no?, una fina capa, casi invisible, total lo importante es el pollo...
-Me ha sacado las palabras de la boca... casi sin rebozar, le diría.
-No se preocupe, me encargo de que ni se entere que está rebozada.
El cliente sonrió satisfecho.
-Algo más, -anadí, amagando primero que me iba y después volvía- ¿la hacemos al horno, no? Digo, porque fritas por ahí el aceite cae pesado y una línea como la suya no es justo tentarla con cosas grasas.
-Bien pensado mi amigo, -reflexionó el dolape- que sea al horno entonces.
-Por último, señor. ¿Vio que la verdura de hoja está viniendo medio mala por el tema de la sequía, después el granizo y luego más sequía?... ¿no querría acompañar mejor con una ensaladita de papas, noble tubérculo?
-Mmmmhhh, no sé, tal vez puré
-¡Puré entonces! No se diga más... le traigo las papas en cubos y usted la pisa atendiendo a su seguro buen gusto y equilibrio entre el puré y trocitos de papa
-Por favor, ya se me está haciendo agua la boca, que sea como usted dice.
-Muy bien, caballero, en breve traigo su plato.
Media vuelta y me dirijo a la cocina.
Asomado por la puerta vaivén, lo veo a Tony, quien a su vez me mira.
-Che, Tony, ¿me sacás para la mesa 5 una pechuga al horno con papas?
Me hace acordar a la cajita social club...creo que un coro de mozos recitaba diariamente como lema algo como "la mayonesa llega a la mesa cuando el cliente terminó la milanesa".
ResponderEliminarEs cierto el mito ese de que si le discutís al mozo te escupen la comida? yo por las dudas nunca les discuto.
Yo no le compraría a usted un auto usado.
ResponderEliminarslds
A
ahhh entré por el nombre del bloggg!!!...
ResponderEliminarPodés creer que en casa siempre se hacía el cuento de que antes se comía 'polenta con pajaritos', no sé si con palomas o con no sé qué. Y había (hay) una vieja (señora mayor) italiana que siempre va a casa y que dice: 'ma sí, polenta con pacarito!'.
Por Dios, lo Universal de los términos me ennncanta...
En el tema que nos compete, conmigo estarías frito, no como el 'plato del día' nuncajamásenlavida. Mi padre insiste en pedirlo pero yo nunca. Poco atractivo no tiene el mismo nombre elaborado que cualquier otro plato del menú y es por esas cosas que yo no pago en un restorán. Es como cuando salgo a bailar y mis amigas me dicen 'tomemos vermouth', y yo digo 'no quiero vermouth, en casa tengo vermouth'.
Lo mismo.
En casa tengo pollo con papas.
Al restaurante voy a comer otras cosass ehh.
/Igual si al pollo al otro día ya había que tirárselo a los gatos, diría yo que la vida útil del mismo ya había caducado hace rato, el pollo es de las comidas que más te engañan porque los lavan y recontra re lavan bufff/ No?
Salú!
No quiero ni preguntar qué opciones había para beber en ese menú tan variado y tan fresco. ¿Es cierto que había agua de charco con vinagre de vino, y lo hacían pasar por "vinito espirituoso"?
ResponderEliminar(Hace algunos años trabajé como disc jockey en un servicio para fiestas. Recuerdo una noche en que había canilla libre de champagne. A eso de las 4 de la mañana, se les acabó el champagne. ¿Qué hicieron los dueños del servicio? Llenaron las botellas de champagne con... sidra sin alcohol. A esa hora estaban todos en pedo y ni se dieron cuenta del cambio.)
Mar, ese mito es totalmente falso.
ResponderEliminarEl mejor recurso es una mala higiene en la mano que sirve la mesa.
Ajenjo, yo jamás le ofrecería un auto a alguien con tan poco empacho para decirme las cosas en la cara.
Andá ahora: qué curioso, la mayoría de la gente entra al blog por el Internet Explorer.
¿Tiene pollo con papas en su casa?
Fantástico. ¿A que hora vamos?
Mux, me ofende.
El vino espirituoso sólo aceptamos "alivianarlo" con agua bendita.
Si de postre hay budín de pan no quiero ni imaginar los ingredientes...
ResponderEliminarIgual mandame un pollo con papas hoy al mediodía, por favor, muslo. Ah, mandá pan.
jajaj Muy bueno riquisimo el post-re me lo devoré. saludos
ResponderEliminarYa me ha tocado esta clase de mozos otras veces, y la cosa termina siempre con manteles tirados, puteadas varias y gritos y alguna que otra trompada revoleada al aire. Bah, igual que una cena en casa.
ResponderEliminarZippo, páseme su identikit.
ResponderEliminarNecesitaría reconocerlo por las dudas algún día se le ocurre venir a cenar.
Es para prevenirme por si las trompadas a veces no quedan en el aire.
Gracias.