sábado, 29 de septiembre de 2007

10 cosas sin las cuales crecí y así quedé

Hay cosas que usamos a diario y al transformarse en necesidad ni siquiera nos planteamos el hecho de que a todas esas cosas hace un tiempo atrás no sólo no las teníamos sino que ni siquiera existían.
Charlando el tema con mi esposa e hija -helado de por medio- empezamos con mi esposa a bucear en nuestras respectivas memorias para recordar como era nuestra infancia a la edad que tiene ahora nuestra hija (es decir a nuestros once años, que quedan exactamente un cuarto de siglo atrás). Es difícil tener que recordar qué cosas no estaban presentes en aquellos momentos, ya que normalmente uno se acuerda de las cosas que sí estaban presentes.
La lista siguiente presenta las 10 cosas más relevantes de la larga lista de cosas con las que convivimos ahora y jamás jamás tuvimos ni hubiéramos podido tener en nuestra infancia.
  1. CD/DVD. Parece mentira. En mi infancia la tecnología pasaba por tener un cassette de 90 minutos en vez de los comunardos de 60. Y tecnología de punta era un grabador con pausa o un doblecassettera. De hechola palabra digital en aquella época se aplicaba solamente para adjetivar el arte de quitarse los mocos de la nariz.
  2. GNC. Los autos eran a nafta o a gasoil. A lo sumo había colectivos eléctricos o trolebuses. Ni alcohonafta había. Los únicos autos que andaban con combustible gaseoso eran unos de juguete que se les ponía un globo inflado para sustentar la propulsión.
  3. Celulares. Por mis once, los popes de las telecomunicaciones usábamos walkies talkies con opción de clave morse. Con eso nos alcanzaba y sobraba. Estar comunicados cuando salíamos equivalía a tener monedas o cospeles para los teléfonos públicos. Caminar mientras se hablaba por teléfono sólo era posible si el aparato tenía un cable largo (es probable que otras familias hayan tenido inalámbricos para ese entonces; no fue mi caso).
  4. Cajeros automáticos. Ir al banco era entrar y pedirle al cajero la plata, no empezar a apretar botones en una maquinola. La gran ventaja debió haber sido -no retiraba plata en esas épocas- que ante la falta de fondos podías putear a alguien de carne y hueso.
  5. Internet. ¡Internet no existía! Por entonces todo eran cartas, postales, estampillas, telegramas, encomiendas. La razón de que no existiera internet es obvia: no se podía cargar en los walkies talkies.
  6. Peloteros. Las casas de peloteros, casas de fiestas para chicos y esas cosas no existían -al menos en Rosario- por lo que de mi generación para atrás no podemos concurrir a esos lugares sin fantasear y pensar "aaaah, ojalá se quedé llorando algún chico adentro así me hago el boludo y me meto con la excusa de sacarlo a chapotear entre las pelotitas", excusa usada con frecuencia por mí durante la más tierna infancia de mi hija.
  7. Radios FM. Yo crecí sin radios FM, escuchando simples y long play. Como al bebé que lo tranquiliza chupar la teta de la madre, cuando escucho el ruido a fritura de los viejos vinilos vuelvo por un instante al útero de mi infancia.
  8. Microondas. En mi época de tomar la leche antes de ir a jugar a la puerta, había que hacer guardia frente al jarrito mientras la leche se calentaba al fuego. ¿O ustedes tenían jarritos con relojes y que hacían peep-peep cuando se estaba por volcar la leche?
  9. Aberraciones lácteas. Danonino, Actimel, lactobacilos y todas esas cosas no existían. Antes las vacas eran más simples. A todo esto, ¿alguien sabe qué paso con un derivado de la leche que se llamaba leche cultivada?. Jamás volví a verlo por ningín lado.
  10. Windows. ¡Loco, no existía Windows! Ni mouse, ni webcam, ni scanners, ni nada. Las palabras minimizar, restaurar, reiniciar, resetear y uplodear estaban totalmente fuera de nuestra órbita. Lo único que hacían clic en esa época eran unas ranitas metálicas que solían regalarse como juguetito en los cumpleaños.
Podría seguir, pero necesito imperiosamente ir a llorar al rincón. Disculpen.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Piensa como un negro, avanza como un blanco

La foto que ilustra este ¿artículo? me llamó la atención apenas puse mis ojos sobre ella.
Pertenece a la tapa del suplemente El Deportivo del diario Clarín del domingo pasado, en relación al partido Argentina-Namibia por el mundial de rugby.
Sé que los conflictos interraciales son cualquier cosa menos nuevos.
También sé que la discriminación es frecuente y que tanto blancos como negros lo hacen.
Por una cuestión de poder, dinero y espacios conquistados es más frecuente ver a los blancos discriminando a los negros, así como a los ricos a los hippies y los capitalistas a los socialistas.
Pero también se da en sentido inverso. Y si no lo creen prueben de meter un alemán en Harlem, un yuppie en un recital de reggae o un macrista en una peña meta vino y empanadas.
Pero lo raro es que esta descomunión se de en una misma persona.
¿Cómo se puede ser negro de la cintura para arriba y blanco de la cintura para abajo?
El jugador que está intentando tomar a Contepomi es así: negro al norte y blanco al sur.
Me da mucha curiosidad saber que pasa con las partes intermedias que están bajo el shorcito, ¿lo tendrá a franjas?

martes, 25 de septiembre de 2007

¿Y si probamos una vez sin que me agarren para la joda?

Al final del post les dejo el resultado de la encuesta que me había dejado olvidada a la derecha de su pantalla, señora.
Y bueno, no voy a estar revisando a cada rato cada cosa que pongo.
Al mirar los resultados, no se si ustedes me están tomando de pelotudo o realmente soy un pelotudo.
¿Cómo puede ser que en las dos encuestas que llevo hasta el momento la gran parte de la gente entre al blog para saber si por acá pasa el colectivo?
Y no es solamente acá, la mitad de la gente que entra al restaurante, pide la carta, la hojea, nos usa el baño y después se nos va sin consumir nada.
Bueno, en realidad algunos consumen la carta o más bien la usan en el baño vaya a saber uno para qué.
O en mi casa, que la gente viene a visitarme sólo para manguearme plata o vaciarme la heladera.
Mierda, qué jodido es ser amable.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Desayunando con Lindsay Gutierrez: hoy, Chinchulín

Para este nuevo encuentro de nuestra diva con destacados exponentes del medio blogueril hemos contactado al señor Mantis (aunque bueno, las declaraciones del reporteado no lo dejan parado precisamente como un "señor", en todo caso como un señor feudal) para que nos preste o alquile a Chinchulín, su esclavo personal en el blog Damos Pena.
Este "simpaticón negrito", según palabras de la mismísima Lindsay, nos ofreció una charla sin desperdicios. Y realmente no tuvo desperdicios de ningún tipo, ya que hasta sorbió las migas que quedaron en el mantel después del desayuno, tanta es el hambre al que está acostumbrado por las crueldades que le depara el destino en manos de su dueño.
Dudamos en poner esta entrevista al aire, ya que puede herir susceptibilidades. Sobre todo la de Mantis, que puede atacarnos de distintas maneras e incluso tratar de cagarnos a trompadas si se le viene encima un rebaño de abogados tratando de prenderse en el reparto de dinero ante un posible juicio por abandono, maltratos y privación ilegítima de la libertad (sí, Mantis, es ilegítima aunque hayas esgrimido un comprobante fiscal por la compra de Chinchulín).
Además, no es cuestión de publicar cosas que pueden perjudicar a un colega webloguero, pero como bien dijo Lindsay: "mirá, si me sube el rating lo que opine la gente me importa tres velines; aunque el bebote este -por Chinchulín- me cae simpatiquísimo, ¿cómo no creerle que su dueño es un sátrapa?".
En fin, que sea lo que Dios quiera.
Por favor, la cortina...



Hoy, con ustedes, en Desayunando con Lindsay Gutierrez, un invitado de lujo: Chinchulín.
La mesa que compone hoy nuestro desayuno está conformada por leche de jak homogeneizada, frutos tropicales, frutas secas, huevos poché, fresco, batata, pickles surtidos y una buena bandeja de saladitos.
Pasemos ya a las preguntas:

Lindsay: ¿Cosas que más te asustan?
Chinchulín: Ufff… muchas. No sabría por cual comenzar. Meses atrás, cuando todavía vivía encadenado, una de las cosas que más me asustaba era ver que mi amo se preparaba para jugar al borracho imaginario. Porque él no bebe alcohol, pero a veces cuando esta medio, como quien dice, "al divino botón", se hace el borracho. Y es un borracho imaginario del tipo violento, recuerdo que me gritaba cosas muy feas. Lo que más me asustaría hoy en día, sería el tener que regresar a mi África natal, o ser enviado a Venezuela por error en una encomienda. Aunque el hecho de que un ratón pudiese metérseme adentro por la boca y salir comiendo mis intestinos también me asusta. Mi amo dice que puede pasar eso si dormís más de tres horas al día, y por eso a veces me da vidrio molido para comer. Dice que eso me ayuda porque el ratón que se corta el hocico y no puede morderme, y debe ser verdad, porque me sale bastante sangre por el ano. Suerte que no es mía, ¿no?

Lindsay:
¿Qué pensás ser cuando seas grande ahora que sos un niño?
Chinchulín: Llegar a ser grande es una de mis metas en la vida. Igualmente, gracias a mi amo logré crecer varios centímetros. Su teoría del "tener mucha comida en el estómago hace que uno esté más pesado y tire hacia abajo, impidiendo el crecimiento y desarrollo de las extremidades inferiores" aún no pudo ser comprobada, pero tiene mucho sentido y yo confío en ella, porque todavía soy pequeñito. Supongo que habrá que esperar a estar en esa edad en la que se pega el estirón para juzgar los resultados.

Lindsay:
Ahora que sos un niño, ¿pensás?
Chinchulín: No entiendo realmente esta pregunta. Sí, pienso. Pienso en muchas cosas. Monica Bellucci, por ejemplo, o la relación entre el desempeño sexual de una persona de acuerdo a lo cerca que vive de una zanja. Una chica que conocí durante mis días de dormir en la calle me dijo que "cuanto más cerca de una zanja vive alguien, mejor es en la cama, fijate cuando crezcas, y vas a ver que es así".

Lindsay: ¿Cuál fue tu regalo más preciado?
Chinchulín: Esta es una historia interesante. Mientras venía en el barco rumbo a la Argentina, conocí a un viejito llamado Nasimedón, quien me regaló un objeto maravilloso. Una madeja de hilo atada a un espejo. El viejito no soportó el viaje y murió durante la noche anterior a nuestro desembarco, pero antes, me lo explicó y demostró todo. Este artefacto tenía la peculiaridad de permitirle a su dueño ver cualquier cosa en cualquier parte del Universo, ya que bastaba con derramar siete lágrimas sobre su superficie para que, como por arte de magia, lo que se quisiera ver, apareciese. Conocí el mundo entero gracias a este elemento, y me gustaría decir que lo conservo, pero mi amo no estaba interesado en adquirirme junto a lo que el distribuidor supo llamar "mis accesorios", porque –dijo- "no quiero agrandar el combo una mierda y yo al celular lo uso para hablar durante una emergencia o amenazar a los números equivocados, no para sacar fotitos". Creo que quedó todo en un container cercano a la estación Retiro.
Por lo que no sé si cuenta como respuesta a tu pregunta. Digamos entonces, mejor, una revista "El Gráfico" medio vieja que me regaló mi amo para Navidad. En la tapa estaba el accidente de Oscar Aventín, ese piloto de Turismo Carretera que se mató al chocar con el auto. "Vos corré, dale –me dijo mi amo- y vas a ver que te va peor"

Lindsay: ¿Alguna vez soñaste estar en la televisión, como ahora, conmigo?
Chinchulín: No, mis sueños suelen ser horribles, al menos, para el común de las personas. Mi sueño recurrente más frecuente es así: yo voy caminando por la calle y de repente hay un montón de autos oxidados que me impiden el paso. De repente, aparece mi amo y me golpea con una pieza de panceta salada metida dentro de una botinera, pero no de las botineras de marca, sino sus imitaciones hechas con materias primas paraguayas y manos bolivianas. Fuera del sueño eso sucedía en por lo menos en por lo menos el 24% de mis tundas, aunque con fiambres de menor valor económico. Y cuando digo botinera de marca no me refiero a Wanda Nara, ya que aunque ella se ha sabido comer sus buenas piezas de fiambre de vestuario, me parece más bien un genérico, y no un ítem de lujo. Monica Bellucci… esa sí que sería una botinera de la gran puta. Perdón… pasa que de a ratos se me para, pero tengo entendido que son cosas normales en un niño de mi edad.

Lindsay: ¿Un mensaje a todos los niños del mundo?
Chinchulín: Cualquier hombre con pinta de almacenero gallego que se les acerque mientras ustedes descansan sentados en el cordón de la vereda a la vuelta de la Estación Liniers, y les diga cosas como "vení, comete estos caramelitos que te vas a sentir mejor cuando yo empiece a cuidarte", no necesariamente va a estar diciendo la verdad. Otórguense el beneficio de la duda.

Lindsay:
¿Qué harías si tuvieras, no se, un millón de dólares?
Chinchulín: Un millón de dólares es mucho dinero, pero me extraña que me hagas esta pregunta. Según la copia de la Constitución Nacional que supiera acercarme mi amo, los esclavos no tenemos derecho a la propiedad privada (y cito las palabras del autor): "Cagaste, negro. A llorar a la Iglesia. Te juro por la motuda que te parió que te llego a ver con una moneda encima y te pateo hasta transformarte en una reposera de caoba labrada". Algún día cambiarán las cosas, supongo. Quiero creer.

Lindsay: ¿Hiciste la tarea, tomaste la leche, te abrigaste bien, te lavaste los dientes, hiciste pis antes de acostarte?
Chinchulín: Quisiera decir que voy al colegio y tengo deberes, pero no es así. Mi amo dice que todo lo que necesito saber lo voy a aprender de él o –en su defecto- leyendo blogs. Me sugirió: "metete a las páginas en las que veas que las conjugaciones verbales son respetadas o por mi vida te juro que te baño con la manguera y te meto en un tacho con cal viva, negro asqueroso". No recuerdo si fue una sugerencia o una amenaza. Y creéme, al tercer sogazo en los riñones las ganas de hacer pis se te van, entre otras cosas. Y no me gusta tomar la leche... me trae recuerdos incómodos de algunas cosas que sucedieron en el container... estaba todo muy oscuro... muy oscuro...

Lindsay: ¿Te imaginás siendo presidente algún día?, ¿por qué?
Chinchulín: No, no. Los esclavos no podemos ser presidentes. Eso también está en la Constitución. Me gustaría, sí, acompañar a mi amo en su escalada de poder, porque la verdad es que él no es tan malo, y cuanto mejor le va a él, mejor me va a mí, porque sus sobras son mejores en todo el sentido de la expresión. Por ejemplo, cuando él se compra unas zapatillas me presta a mí las anteriores, o las anteriores de las anteriores.

Lindsay:
Si pudieras elegir, ¿qué elegirías?
Chinchulín: Me gustaría volver a Damos Pen@. Mi amo escribe menos que antes pero dice que la gente se cansó de mi aspecto desamparado y mi color de piel aborrecible, y por eso me echó. Dice que ser negro "ya fue", ahora que ganó Macri, pero yo creo que hay muchos lectores nuevos que no llegaron a conocerme. Además, siempre está la posibilidad de enharinarme, lisiarme y montarme sobre la "Ola Michetti", pero no sé… La verdad, no sé… Aunque confieso que algo de miedo me daría reencontrarme con él ahora, ya que esa cultura del "desarme civil" lo tiene bastante nervioso...

Llegado este punto, la entrevisto finalizó bruscamente, debido a que el señor Mantis ingresó al estudio, se metión en esa y sin preocuparse por las cámaras lo sacó de allí a Chinchulín meta patada en el culo.
Suerte que no vamos en vivo.

jueves, 20 de septiembre de 2007

¿Me duché en la bañera de Reynaldo Sietecase?

Hace unos minutos, publiqué en ¿Qué estás buscando? una búsqueda que envió Mantis: "Cierta curiosidad por las tetas".
De modo instantáneo y llamativamente fresco me vinieron a la mente recuerdos personales que pude asociar con un hecho vivido en mi casi lejana juventud.
Resulta que un amigo, allá por finales de los 80, en tren de juntar algunos mangos para irse de vacaciones, aceptó un modesto trabajo para un conocido de sus padres: tenía que cuidar la casa de esta persona mientras la misma se iba a sus propias vacaciones.
El trabajo consistía en hacer noche en la casa para que no se notara que no había nadie y de esta manera no tentar a los amigos de lo ajeno.
Una de esas noches, como mi amigo no podía salir a callejear por su flamante y temporal empleo, decidimos ir con el grupete a hacerle compañía un rato.
Incluso en aquella época de juventud plagada de explosiones hormonales, siempre fuimos más buenos que la barra del pibe Bazooka y más inocentes que Heidi tomando Cindor.
La cuestión es que nos quedamos a jugar al truco, escuchar música, tomar algo y hacer tiempo antes de irnos de joda, porque tampoco nos íbamos a clavar toda la noche con el boludo de mi amigo cuidando esa casa de mierda.
En un momento indeterminado de la noche -no les dije que era verano, aunque podrían haberlo supuesto- tenía tanto calor por el clima y las bebidas ingeridas que decidí darme una buena ducha de agua fría y ya que estábamos también un pequeño bañito de inmersión (en esa época no tenía bañera en casa y no era cuestión de desaprovechar una oportunidad así).
Cuando salí del baño, me fui a curiosear los libros de la biblioteca del dueño de la casa.
Recuerdo con claridad que había en varios estantes, 30, 40, 50, 100 qué se yo cuantos libros igualitos igualitos.
En el lomo se leía: "Cierta curiosidad por las tetas".
Le pregunté a mi amigo con mayor curiosidad por la cantidad de libros que por las tetas y me contestó: "Este libro lo escribió el dueño. Es escritor o algo así."
Ahí quedó el asunto esa noche y olvidé todo esto por casi dos décadas, hasta hoy.
Cuando me llegó la búsqueda de Mantis, me dije "yo estuve en la casa del tipo que escribió el libro que alguien está buscando en Google y fue a parar al blog de Mantis, que a su vez viene a uno de los míos y me lo cuenta como si fuera lo más gracioso del mundo".
Yo también googleé el título del libro y me encuentro con que el autor es Reynaldo Sietecase, que por la época en que se publicó el libro todavía vivía en Rosario.
Parece que sí: yo me duché en la ducha de Reynaldo Sietecase.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Las cosas por su nombre

Desconozco los motivos por el cual han reemplazado la viñeta de humor de Fontanarrosa en el Diario Clarín.
Cuando el Negro largó el estilógrafo, fue Crist quien puso en imágenes sus ideas y luego de su fallecimiento la gente del diario publicó durante un tiempo chistes de años anteriores.
Desde hace no mucho, el espacio es ocupado por dibujos de Sendra, quien por lo que veo tiende a fagocitarse espacio hueco que viene dando vuelta.
Supongo que la desaparición editorial de Fontanarrosa se debe a meras cuestiones comerciales y es menester aclarar que no tengo nada contra el humor de Sendra (que debo reconocer me cae muy simpático).
Lo que me jode un poco -desconozco por qué razón me sucede- es que la ventana en donde se amplía el chiste de Sendra siga llevando el título de "Humor Fontanarrosa".
Tal vez sea solamente una tontería, pero me gustaría que arreglaran este pequeño desajuste.

PD: Como se ve que hoy me desperté bastante hinchapelotas, intenté mandar un correo a la gente de Clarín informándole al respecto (si, se ve que hoy me pegó mal la medicación) pero el destinatario me rechaza el mensaje. Si alguien sabe como hacer para hacerles llegar este mensaje en una botella me avisa.

martes, 18 de septiembre de 2007

Honestidad brutal

Si tuviera que serles sincero, les confesaría que hace más de diez minutos que estoy frente a la pantalla en blanco y no tengo ni medio gramo de ganas de escribir.
Pero como ni siquiera tengo ganas de ser sincero, me conformo con que se enteren por este medio que acabo de ganar un millón de euros en una promoción telefónica y estoy simplemente pensando que hacer con ellos.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Un nuevo servicio a la comunidad de internet

¿Necesitás plata?
¿Tus amigos no te largan un peso?
¡Se acabaron tus problemas!, ¡decile adiós a las complicaciones!
Polenta con Pajaritos les trae a ustedes el nuevo Slabonator 1.0, el generador de cadenas de emails para que puedas enviar a tu lista de correo.
¿Cansado de no recibir un peso?
¡No lo pienses más!
Usá el nuevo Slabonator 1.0 y empezá a recaudar.
Fácil, rápido y lo que es mejor: ¡funciona!
Usá el generador de cadenas dentro de los próximos 15 minutos y te enviaremos a tu casilla de correo, ¡totalmente gratis!, el maravilloso Pepeté, el diagramador de presentaciones en Powerpoint, que incluye un set de fotos con seis gatitos morrongos y más de 15 animales en peligro de extinción para adornar tus frases.
¡Y hay más!
Al final de esta imperdible oportunidad hay un ícono desde el que puedes enviar esta cadena a tus conocidos con sólo apretar un botón.
¡No seas el más boludo del barrio!
Usá el nuevo Slabonator 1.0

¡Dale, probá el nuevo Slabonator y personalizá tu cadena con las opciones desplegables!
"Hola, mi nombre es y escribo estas líneas porque estoy totalmente .
Por favor, lee este mensaje hasta el final, ¡no es una cadena!.
Soy y tengo , que necesita de tu ayuda.
Mi proveedor de internet prometió que me dará por cada mensaje que envíen a sus conocidos con el asunto .
Mi hijo, sufre y sólo con ese obsequio podremos sobrellevar sus males.
¡Por favor! Te ruego que nos ayudes.
Sólo tienes que enviar e-mails a tus contactos y la suerte estará de tu lado.
Manuel, Florencia y Yocasta ya enviaron y cada uno se ganó .
En cambio Ismael, Josefina y Margarita no lo hicieron. Ahora, para su desgracia, consiguieron .
¡No seas ! Estamos esperando tu ayuda."

jueves, 13 de septiembre de 2007

¿Soy sólo yo o...

... las publicidades de servicios como los del tipo "mandá CULO al 2020 y recibí las chicas más calientes en tu celular" o "mandá la palabra NABO al 3030 para recibir los mejores consejos para triunfar en el trabajo" también los tiene francamente repodridos?

Muchachos, ¿no podrían renovarse un poquito?
¿Eh?
¡Ah!, no pueden...
Bueno, entonces manden la palabra SUPOSITORIO al 5050 y métanse los avisos ya saben donde.

lunes, 10 de septiembre de 2007

¡Así que ésto es internet!

Perdonen que los haya abandonado por casi una semana pero es que lo que descubrí tuvo tal impacto en mí que el shock de saberme estafado me duró hasta hace pocas horas.
Yo no sé si ustedes ya lo saben, pero por las dudas se los digo. Eso sí, asegúrense estar bien sentados y si son impresionables mejor saltéense este texto.

(piensen bien si desean seguir leyendo)

¿Todavía están ahí?

(Bueno, yo les advertí)


Lo que descubrí es que... ¡internet básicamente está manejada por computadoras y casi no hay intervención humana!
Si, así como lo oyen: son ma-qui-ni-tas.
¡Qué ingenuo fui!
Me dejé estafar por tanto tiempo...
Me engañaron vilmente, abusando de mi confianza con el fin de cobrarme los tres mil quinientos pesos que pagaba mensualmente por el abono a internet.
Si, ya sé, fui un tonto. Ahora me enteré que hay abonos más baratos, pero, ¿yo qué sabía?
Lo que pasa es que la farsa estaba bien montada.
Yo jamás había tocado una computadora y cuando quise averiguar por un acceso me encontré con estos tránsfugas que me engatuzaron como a un zonzo.
Es que no sabía que se necesitaban computadoras para mantener este sitio. Ni siquiera sabía que ustedes usan máqinas para leerme.
Yo escribía en mi cuaderno Gloria lo que quería que ustedes leyeran y por la tarde alguien que ellos enviaban venía a retirar los manuscritos. Me decían que le sacaban fotocopias y personalmente se las llevaban a cada uno de ustedes.
Al principio era barato, a pesar de los traslados.
Pero cuando empezó a crecer la cantidad de lectores, la cosa se puso difícil.
Encima con el tema de los comentarios la situación empeoró.
Me explicaban que no sólo tenían que traerme los comentarios de ustedes hasta mi -multiplicándose los costos- sino que además tenían que distribuirlos entre ustedes, para que todos lean a todos.
Claro, ¡cómo no iba a salir caro si algunos incluso llegan acá hasta desde otros países.
Encima yo suelo poner fotitos y gráficos que los tipos me cobraban para reproducir a mano, porque en la fotocopia salen mal.
¡Fortunas gasté en ustedes!
Por suerte un amigo bien intencionado me abrió los ojos.
Me dijo que internet es otra cosa, que ahora no hace falta llevar los textos personalmente.
Dice que ahora puede hacerse por fax, sin hacer el viaje.
Menos mal que todavía hay gente gaucha que no busca aprovecharse.
Le contraté a mi amigazo un abono.
Ahora me cuesta casi la mitad que antes, ¿no es grandioso?

miércoles, 5 de septiembre de 2007

¡Esta falta de libertad no tiene nombre!

Hoy leí en el diario que en Venezuela, los padres sólo podrán elegir entre 100 nombres para sus hijos.
El futuro panorama del pueblo venezolano es desolador.
No quiero ser pesimista, pero no por ello debo dejar de ver la realidad.
Si bien es probable que sea revisionada la ley, al no ponerse de acuerdo los legisladores con respecto a los nombres que deberían estar permitidos, optaron por cortar por lo sano: cortaron el abecedario en la letra B.
Debido a esto, tomaron todos los nombres que empiezan con A o B y los incluyeron en el padrón de autorizados. Luego, para llegar a los cien, habrían inventado los faltantes, siempre que iniciaran por A o B.
Nombres como Altolito, Apuchicha, Bidoncho y Burungunganga fueron incorporados al listado en desmedro de otros clásicos como Pedro, Carlos, José o Walter.
Como toda regla tiene una excepción, incluyeron el nombre número 101: Hugo, para congraciarse de esta forma con el presidente. Esto evitó la amenaza del mandatario de derogar la ley ante la posibilidad de tener que cambiar su nombre a Burungunganga Chávez.
En Caracas, en este preciso instante, una marcha del gremio de los Fabricantes de Tazas con Nombre está llamando a la movilización en repudio a la medida. Las razones radican en la depreciación de los stocks de tacitas ya impresas con los nombres ahora prohibidos y que ya no pueden ser vendidas.
El sindicato de los Trabajadores de la Industria de Llaveritos Souvenirs prometió plegarse a la medida.
La sociedad también planteó sus reclamos. ¿Qué porvenir le espera a los sicoanalistas cuando los adolescentes no necesiten terapia al no haber tenido sus padres la posibilidad de ponerles como nombres los de sus tías abuelas o los del tatarabuelo por línea paterna?, ¿alguien pensó en esa pobre gente?.
¿Quién comprará ahora el Gran Libro de los Nombres?
Por lo menos -y he aquí una buena- les quedarán disponibles Angulo y Arturo para solaz esparcimiento de los precoces rimadores clásicos de la escuela primaria.
Ya no podrán referirse a alguien como Mengano o Zutano, sino que aparecerán nuevos figurativos como Atino o Atono.
Y no creo que eso acabe acá. Pronto los apodos también serán acotados y es probable que sólo sean admitidos los números que no superen los setenta mil.
¡Adios al floreciente mercado de los inventores de nombres de personajes para telenovelas y huracanes!
¡Por Jesús!, que alguien detenga esta barbarie.
Perdón... que la detenga Alá o Buda, porque Jesús empieza con jota.
Estábamos hace unos años compartiendo con un grupo de amigos nuestras impresiones sobre el ingrato trabajo de matarife -en el contexto de haber visto para fin de año en una carnicería una exhibición de cadáveres comestibles- cuando uno de ellos disparó la siguiente afirmación, gracias a la cual luego de cagarnos de risa -de la frase y de él- durante dos horas nos sirvió para cambiar de tema de conversación:
-"El más impresionante es el faenamiento del cerdo. Es que a los lechones los matan cuando están casi vivos"
¡Plop!

lunes, 3 de septiembre de 2007

¡Qué lindo! Nace una nueva sección: Arte Urbano

En un intento desesperado por ordenar el caos de este blog, hoy abrimos una nueva sección: Arte Urbano.
Muy muy muy bien de que se trata todavía no sabemos, pero la idea es ir exponiendo pequeñas obras de arte de artistas desconocidos que adornan la ciudad, le dan un toque diferente al entorno o bien son porquerías pero que me llamaron la atención.
La obra de hoy, a la que llamaré "Balcón Virtual", es una pintura que me ha maravillado.
¿Y qué mejor manera de inaugurar la sección que compartiéndola con amigos?
En un hecho que marcará un antes y un después en la blogodifusión argentina, federal y maoísta, con el amigo Chester Lampwick -balconero famoso, si los hay- acordamos hermanar las secciones Balconcitos Urbanos y Arte Urbano de nuestros blog en un posteo artesanalmente sincronizado como si de LRA1 Cadena Nacional (y federal y maoista) se tratara.
Así las cosas, puede disfrutar de este balcón en este mismo blog o en esta nueva entrega de Balconcitos Urbanos, donde los balcones están haciendo historia.
Como crítico improvisado que soy, tengo que agregar que la obra que nos ocupa refleja el dramatismo existencial de un balcón que no es, que el artista, con trazos geométricos y calculados pero sin restar emotividad, bien ha sabido expresar en esta megaobra, para delicia de los observadores y desgracia del lindero vecino, al que le han pintado la medianera.
La obra se encuentra en Rosario, San Lorenzo casi Corrientes, y verdaderamente logra su objetivo: cuesta darse cuenta que sólo es un balcón pintado en una pared lisa y ciega.

"Balcón Virtual"

Clic para ampliar. ¡Disfrútenlon!

¿En serio les parece?

Debajo puede verse el resultado de la encuesta que estuvo hasta hoy en la barra derecha del blog.
Es curioso -e incomprensible- que casi una de cada tres personas haya respondido que el diseño del blog es una joyita.
¿Qué clase de parámetros se están utilizando, señores?
Yo me jugaba a que le tiraran al diseño con munición gruesa, pero no.
Esperaba este tipo de respuestas de mi esposa e hija -cosa que no siga dedicándole aún más tiempo a internet- pero veo que más gente piensa eso.
Claro que esto justifica que sigan leyendo este blog: demuestran un grado peligroso de falta de criterio.
Al menos eso explica también porqué la segunda mayoría de los encuestados ha respondido que lo que quiere saber es a qué hora pasa el próximo colectivo.
De cualquier modo les agradezco: no tendría la menor idea de como hacer para mejorar esto...
Les dejo a la derecha una segunda encuesta, para los que gusten contestar.